No hay razón para tirar cada mascarilla que usemos si todavía tiene vida útil, es decir, si no la hemos llevado seguido durante un tiempo que oscila entre las cuatro y las ocho horas. De esta manera podemos ahorrar algo en el presupuesto de 30 euros al mes que costará en mascarillas a cada canario la vuelta a la normalidad. Pero no vale guardarlas en el bolsillo o en el bolso sin más, porque pueden contaminarse en ellos o contaminar nuestros bolsillos o bolsos. Tampoco es recomendable meterlas en una bolsa de plástico hermética.

Lo ideal, según la recomendación de la Organización Colegial de Enfermería y el Área de Enfermería de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Respiratoria (SEPAR), es guardarlas en una bolsa transpirable. Eso qué significa. Pues que podemos usar un sobre o una bolsa de papel. es decir, un cartucho de toda la vida.

Las dos organizaciones de profesionales sanitarios que han estado en primera línea de lucha contra el coronavirus se han unido para elaborar un vídeo en el que ofrecen una explicación detallada y didáctica sobre cómo usar las mascarillas correctamente, así como sobre la manera correcta de guardarlas para reutilizarlas.

La Organización Colegial de Enfermería y el Área de Enfermería de la SEPAR destacan que las mascarillas quirúrgicas e higiénicas protegen a los demás a través de lo que se denomina una protección comunitaria. Asimismo, advierten de que no es recomendable llevar puesta una mascarilla de manera continuada más de seis horas seguidas porque la humedad que pueden captar hace que pierda eficacia.

Al quitarla, si no se ha cumplido este tiempo, es importante no guardarla en el bolso o en un bolsillo porque la mascarilla es un vehículo de transmisión, de contaminación. Además, recomiendan a la hora de guardarlas cuidar de no tocar la parte externa o sucia de la mascarilla.

Añaden que la mascarilla debe cubrir la boca, la nariz y la barbilla y todo lo que no sea llevarla así -como ponerla por debajo de la nariz, en la barbilla o en la frente- es un mal uso de este elemento de protección. A su vez, hacen hincapié en que es muy importante saber que no debemos quitarnos la mascarilla para hablar, toser o estornudar.

El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, avisa de que utilizar mal las mascarillas aumenta el riesgo de contagio de la Covid-19, pues la superficie externa de la mascarilla se considera un vehículo de transmisión y nos podemos contagiar. Alera también sobre "la falsa sensación de seguridad" que genera a quien la usa, que olvida medidas de prevención que siguen siendo fundamentales como son mantener la distancia de seguridad de dos metros y el lavado frecuente de manos.

Por su parte, el coordinador del Área de Enfermería de SEPAR, David Díaz-Pérez, afirma que "en una población no entrenada en el manejo de este tipo de dispositivos, la obligatoriedad de su uso debe ir acompañada de formación a la población general que debemos hacer también los profesionales sanitarios".

Estos consejos de los enfermeros se suman a los ya lanzados por la Organización Colegial durante estas últimas semanas, en los que se han expuesto de manera clara y muy visual temas como el lavado de manos, la convivencia junto a un sospechoso o diagnosticado por COVID-19, la desinfección de las habitaciones, cómo proceder para salir a la calle con los niños con seguridad o practicar deporte en las diferentes fases de la desescalada.