En tono al millar de personas (unas 1.500, según la organización) acudió ayer a la manifestación de apoyo a los activistas que permanecen, desde el martes pasado, en las grúas plumas utilizadas para construir el hotel La Tejita pidiendo su paralización, momento hasta el cual permanecerán en estas máquinas a más de 20 metros de altura. Grúa Azul y Grúa Roja , como se hacen llamar los protagonistas de esta protesta, recibieron ayer su segunda avituallamiento en cinco días. Los bomberos, con la anuencia de la Guardia Civil , les entregaron no solo comida y bebida, sino baterías para los móviles y material de sujeción, entre otras cosas.

Convocada por quienes se definen como Plataforma de Apoyo a los activistas y su causa, secundados por la Asociación Salvar La Tejita, la manifestación recorrió el perímetro del solar en el que se construye el hotel realizando paradas en algunos puntos. En ellos, los portavoces explicaban las presuntas irregularidades en las que incurre la obra. Es decir, que se lleva a cabo sin que Costas resuelva la revisión del deslinde marítimo-terrestre, que los trabajos afectan al área de servidumbre y de su influencia sin que la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial intervenga en la paralización y que la licencia municipal no tuvo en cuenta aspectos del proyecto que conculcan la normativa vigente, al parecer. Además, el vallado perimetral obstaculiza el trasvase naturales de las dunas del lugar.

Ayer este entorno vivió la fiesta de la protesta. Los márgenes del kilómetro y medio de la carretera que enlaza El Médano y los Abrigos más próximo al desvío hacia La Tejita en Sotavento estaban ocupados por vehículos, al igual que todos los descampados del entorno. La afluencia demoró el inicio del recorrido que partió de la calle Elcano, junto a una de las entradas a la obra, y concluyó, tras discurrir por el paseo litoral, en el acceso superior situado junto al estacionamiento del centro comercial La Tejita, si bien muchos siguieron hasta el punto de partida donde corearon una canción que improvisó la activista Grúa Azul hace días desde su atalaya.

"Dinamita al hotel La Tejita" y "Canarias no se vende, Canarias se defiende" fueron los eslóganes que más corearon los participantes, no faltando las alusiones al Ayuntamiento de Granadilla de Abona y a Costas.

Con una actuación ejemplar de la Guardia Civil -con el apoyo de la Policía Local-, que colaboró en todo momento con los manifestantes facilitando el espacio que precisaban según aumentaba la cifra de asistentes y que permitió el avituallamiento de los activistas, la jornada de ayer genera "esperanzas" entre quienes sostienen que es necesario revisar el proyecto de este complejo hotelero y las obras deben paralizarse hasta entonces, como transmite Salvar La Tejita y hasta Manuel Marrero Morales, portavoz del Grupo Parlamentario Sí Podemos Canarias.

A la ministra Ribera

En su condición de diputado autonómico, hizo pública una carta abierta a la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera Rodríguez, reiterándole "un clamor dentro de la ciudadanía de las Islas Canarias: el Gobierno del Estado tiene que aplicar urgentemente la Ley y, en consecuencia, paralizar el atentado medioambiental que se está produciendo en la playa de La Tejita". Lo hace recordándole que su partido es su socio de gobierno y que "todas las instituciones locales, insulares, autonómicas y estatales han tenido o tienen algún grado de responsabilidad".

La Tejita Luxury Beach Resort es un proyecto hotelero de 26.758 metros cuadrados de superficie edificable en inmuebles de tres plantas -con una altura máxima de 10,40 metros- en las que se distribuirán 883 camas repartidas en 342 habitaciones. Generará más de 200 empleos directos y su presupuesto supera los 18,5 millones.

La construcción, con licencia y permisos vigentes, se realiza en el plan parcial Costabella, aprobado por el Ayuntamiento en 1971 y cuyo suelo es urbano y de uso residencial y turístico. En 1973 se aprueba el proyecto de urbanización, mientras regía la Ley de Costas de 1968, legislación que en 1988 aumenta a 100 metros la servidumbre de protección. La tercera Ley de Costas (2013) rebaja el área de protección a 20 metros, no afectando a Costabella. La actual revisión del deslinde podría afectar a un 50% de la parte alojativa, unas 50 habitaciones, ha explicado la constructora.