A pesar de que han sido y serán esenciales en la lucha contra el coronavirus, han trabajado en primera línea para curar a los enfermos, en muchas ocasiones sin los necesarios equipos de protección, y se les ha tratado como héroes durante los peores momentos de la pandemia, las condiciones laborales de muchos profesionales de la medicina en Canarias es precaria. Por esto, los médicos de todo el Archipiélago están llamados hoy a participar en las concentraciones organizadas por la Mesa de Confluencia de Médicos y Facultativos de Canarias ante las puertas de los principales centros hospitalarios de las Islas.

En este acto, el colectivo anunciará las acciones y parones que llevarán a cabo como medidas de presión para exigir al Gobierno de Canarias la convocatoria de una Oferta Pública de Empleo (OPE) que permita consolidar los puestos de trabajo a los profesionales interinos y eventuales. En concreto, el 65% de la plantilla de médicos especialistas del Servicio Canario de la Salud (SCS) está contratado de manera temporal. Por lo que cerca de 2.000 profesionales de la comunidad autónoma soportan una situación laboral inestable y llena de incertidumbre.

El porcentaje de eventualidad de los especialistas en determinados servicios se sitúa, incluso, por encima de la media regional. Por ejemplo, el 86% de los miembros del equipo de la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín tiene un contrato temporal.

La encuesta publicada esta semana sobre la situación de la profesión médica en España que realiza periódicamente el Consejo General de Colegios de Médicos de España desvela que a nivel nacional el 36% de los médicos de la sanidad pública sobrevive con un contrato temporal y la mitad de ellos llevan más de seis años sin conseguir una plaza. Así, la proporción de profesionales temporales de las Islas casi duplica la media estatal.

Los facultativos que convocan las protestas critican "el silencio" del presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, al que instan a mantener una reunión con el colectivo para abordar soluciones ante el alto índice de temporalidad que padecen los profesionales de la medicina del Archipiélago.

Si bien, esta reivindicación no coge por sorpresa al Ejecutivo canario. A finales de enero, antes de que se desatara la pandemia de la Covid-19, el colectivo médico avisó de que irían a huelga el 12 de febrero como medida de presión. Sin embargo, un movimiento político in extremis de Torres comprometiéndose a dialogar, fue suficiente para calmar las aguas que habían tensado durante casi un mes la sanidad canaria. El anuncio de esta huelga dividió al colectivo, ya que algunos sectores consideraban que se trataba de una maniobra de coacción para forzar el cese de la Consejera del área, Teresa Cruz, quien finalmente fue cesada en pleno pico de la crisis sanitaria. Ya entonces el colectivo reivindicaba un mayor número de plazas en la OPE -especialmente para los profesionales del Hospital Universitario de Canarias (HUC)-, la celebración de una convocatoria descentralizada (por gerencias) y la estabilización de las plazas temporales.

Justicia europea

Los médicos rechazan que la OPE en curso, impulsada por el anterior equipo de la Consejería, puesto que consideran que no ayuda a disminuir la temporalidad del colectivo, ni cumple con los últimos requisitos por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en una sentencia del pasado 19 de marzo. Con este dictamen, la justicia europea le dio un tirón de orejas a las administraciones españolas, ya que estimaba que la escasez de procesos selectivos no justifica que la situación de los interinos se eternicen. La sentencia del tribunal de Luxemburgo recuerda que el acuerdo marco que regula estas contrataciones tiene como objetivo evitar el abuso de la concatenación de contratos temporales.