Como cada año, miles de estudiantes se enfrentan a la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU, la antigua Selectividad. Desde finales de junio hasta principios de julio los alumnos vivirán una etapa de nerviosismo, incertidumbre y muchas horas de estudio y preparación. Este verano de 2020 la dificultad del reto puede haberse visto incrementada, pues las medidas de seguridad que se deberán seguir a consecuencia de la pandemia del coronavirus y el cierre de los centros educativos han podido perjudicar a los alumnos.

Además, los estudiantes que residen en las comunidades autónomas que entraron primero en la fase 2 de la desescalada tienen la ventaja de haber asistido a sus institutos para realizar sesiones presenciales de repaso con el profesorado. Esto ha generado cierta polémica por la desigualdad a la hora de preparar la prueba.

Pero, ante este hecho, poco o nada se puede hacer. Quizá lo más eficiente sea que cada alumno prepare de la mejor manera posible un examen que determinará de cierta forma el fututo de muchos jóvenes en España. Y para contribuir a ello, en este artículo apuntamos algunas técnicas y consejos para afrontar la Selectividad de la mejor manera posible.

Los nervios, enemigo número uno

La EBAU no es una prueba cualquiera. Muchos estudiantes trabajan duro para obtener los mejores resultados que les permitan después estudiar el grado que quieran. Ante el miedo de no obtener las calificaciones necesarias, muchos alumnos se bloquean y no responden de la mejor manera.

Por ello, es importante relativizar. Se trata de una prueba importante, pero nada más. Más del 95% de los estudiantes que se presenta consigue aprobarla. Y la calificación del examen tan solo corresponde un 40% de la Calificación de Acceso a la Universidad (CAU). Por ello, es trascendental no tener la falsa sensación de que nuestra vida depende del examen.

La confianza puede jugar un papel fundamental, por lo que se debe tener fe en uno mismo. Y es que, si has llegado hasta aquí, sabes a la perfección cómo hacer un examen. Cuando te entreguen las hojas, para, respira hondo, lee con atención y manten calma.

Conoce las modificaciones de los contenidos

Este año no será igual a otros anteriores debido a la crisis sanitaria. Por ello, no es baladí conocer las modificaciones que se realizan en el modelo de la prueba, que a rasgos generales se refieren a que en lugar de elegir entre una opción de examen A o B, se podrán escoger las cuestiones que se quieren responder de ambas opciones.

Los institutos y universidades han sido los encargados de difundir los cambios que ha adoptado cada comunidad autónoma. Por ello, es importante aprenderse a pies juntillas las normas del examen y las modificaciones. Debes conocer en todo momento cómo se desarrollará la prueba para ganar en seguridad y no comenzar a dudar.

Consulta las instrucciones higiénico-sanitarias

Uno de los hándicaps de este año será el cumplimiento de las normas higiénico-sanitarias que deberán respetar los miles de estudiantes que realizarán la prueba de la EBAU. Es importante que tengamos claras cuáles serán las directrices a seguir, para no tener dudas que lastren nuestra confianza.

Por ejemplo, si es necesario llevar mascarilla y se nos olvida, ya estaremos inquietos por conseguirla, nos entrarán las dudas de si nos podrán dejar una, etc. Lo mejor, es llevar todo bajo control. Por lo que es conveniente repasar lo que se ha de portar.

Podemos acceder a las guías para aclarar dudas sobre la Selectividad que han publicado algunas universidades. En ellas se explican en detalle las medidas logísticas y sanitarias que deberán seguir los estudiantes para evitar los contagios. También podemos encontrar formas consejos para preparar las pruebas que nos pueden servir.

La planificación como clave del éxito

Es muy recomendable planificar qué se va a estudiar cada día y organizar el estudio para ser lo más eficiente posible y cumplir las metas que nos asignemos. Si tenemos todo bajo control y los plazos se cumplen incrementaremos nuestra confianza y avanzaremos sobre un terreno firme. Te puedes ayudar de resúmenes y esquemas para sintetizar la información y repasar cada materia. Pero, no te olvides de descansar y desconectar del estudio. La mente necesita despejarse para seguir trabajando con rendimiento.

Realiza exámenes anteriores

Es una técnica utilizada en gran cantidad de pruebas. Y es que, realizar exámenes de años pasados nos adelantará una versión similar a lo que nos encontraremos el día de la prueba. Así, conoceremos el estilo del examen y los criterios de selección.

Es posible, además, que algunas preguntas se repitan o sean similares, por lo que estos simulacros pueden ser de ayuda. Lo mejor sería ensayar estos exámenes antiguos de una forma realista. Es decir, cumpliendo los tiempos, sin colaboración externa y sobre el papel. Imitando el escenario que nos encontraremos el día de Selectividad. Así, cuando hagamos el examen real, notaremos que estamos en una situación ya conocida y nos aportará esa seguridad tan importante.

Comparte dudas con tus compañeros

Además de acudir al profesor, también es aconsejable organizar pequeños grupos para repasar y preparar la prueba. Poner en común los posibles problemas sirve de ayuda para entender algunas cosas que todavía no hayamos aclarado. Si no es posible reunirnos presencialmente con nuestros compañeros, podemos optar por la vía telemática.