La vuelta al cole en Canarias no progresa adecuadamente. Las Islas se quedan a la cola en la preparación del protocolo general de actuación frente al coronavirus para el inicio del próximo curso. Además del Archipiélago, las únicas regiones que todavía no han presentado un plan para organizar el regreso a las aulas son Galicia, Cantabria, Castilla-La Mancha y La Rioja. Con mayor o menor concreción, el resto de autonomías ya han hecho públicas las reglas que aplicarán en los centros educativos e, incluso, algunas consejerías han anunciado el número de docentes que contratarán para poder hacer frente a las necesidades derivadas del desdoblamiento de las aulas para poder reducir las ratios. Desde la llegada de Manuela Armas a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias -hace tres semanas- se han dado pequeños pasos hacia la elaboración del protocolo, pero todavía no se ha logrado poner negro sobre blanco una normativa clara y efectiva que concilie las medidas de seguridad sanitaria frente a la Covid-19 con la enseñanza presencial.
Esta situación genera incertidumbre y nerviosismo entre los equipos directivos, quienes ven que el tiempo pasa y no tienen una base firme sobre la que avanzar y poder acondicionar sus centros antes de que comiencen las clases en septiembre. ¿Qué hacer si hay un alumno contagiado? ¿Cuántos estudiantes pueden haber en un aula? ¿Cómo se va a reforzar la educación telemática por si hay un rebrote? ¿Será obligatorio el uso de la mascarilla? El presidente de ANPE Canarias, Pedro Crespo, lamenta que sigan pasando los días sin que se de respuesta a estas preguntas y se presente un plan para la vuelta a las aulas del que, además, dependen las condiciones laborales del profesorado. "Hay docentes que están preparando adaptaciones por su cuenta, pero necesitan un marco común", afirma Crespo.
Además de las medidas sanitarias que quedan por definir, la Consejería no ha publicado todavía la adjudicación de destino de los docentes interinos y las comisiones de servicio. En circunstancias normales, esta información, de la que están pendientes cerca de 10.000 profesionales, ya se habría dado a conocer. "Se puede entender cierto retraso, pero todavía se desconocen las plantillas, por lo que dudo mucho que a lo largo de este mes se pueda conocer la adjudicación de destino", advierte el presidente del sindicato mayoritario en el ámbito de la enseñanza pública.
A esto se suma que el Ministerio de Educación ha modificado las enfermedades consideradas de riesgo para los docentes. Según adelanta Crespo, la Consejería tendrá que volver a realizar una encuesta entre su plantilla para determinar qué profesionales no deberían exponerse al contacto con compañeros y alumnos. Esta información es crucial para determinar el número de docentes que se necesitan para cubrir esas plazas y, además, reforzar el desdoblamiento de las aulas para bajar las ratios.
Precisamente para determinar el numero de alumnos que puede haber en cada espacio, la Consejería de Educación finalizó la semana pasada la inspección de sus cerca de 1.000 centros educativos para buscar zonas alternativos en los que poder dar clases. Desde su llegada al cargo, Manuela Armas destacó que la formación presencial es prioritaria, especialmente para los alumnos de las primeras etapas.
