El 14 de julio se celebra el Día de la Visibilidad No Binaria y desde Gamá, Colectivo LGTB de Canarias, han querido dar a conocer las vivencias y reivindicaciones de Cassie, Pau y Marcos, personas no binarias y activistas del colectivo.

El no-binarismo es posiblemente la realidad más desconocida de todo el movimiento LGTBI y precisamente por eso, María José Hinojosa, psicóloga de Gamá, incide en la necesidad de que se visibilice. Además, la nueva proposición de Ley de Igualdad Social Trans e Intersex de Canarias, que se encuentra en tramitación parlamentaria, al contemplar las identidades no binarias, coloca a nuestro Archipiélago a la vanguardia de los derechos LGTBI, algo que desde el Colectivo Gamá aplauden.

"Las realidades trans ya no abarcan únicamente el binarismo hombre-mujer trans sino que debe ser más inclusivo, global y recoger todos aquellos sentires que tienen que ver con la no identificación con el sexo asignado al nacer", comienza a explicar Hinojosa. Hace 20 años no existía el concepto social de persona no binaria pero sí la diversidad identitaria. Por ello, es sumamente importante diferenciar entre identidad (quién soy: hombre, mujer, persona no binaria), orientación (quién me gusta, hacia quién oriento mi deseo: heterosexual, homosexual, bisexual, asexual) y expresión de género (conjunto de comportamientos y actitudes que hablan de cómo nos mostramos ante el mundo).

Una persona no binaria no forma parte del espectro social hombre/mujer, no pertenece a ninguno de los dos géneros normativos y por lo tanto tiene una identidad de género disidente de la norma socialmente impuesta, que es el binarismo de género.

Así, el paraguas trans acoge no solo a las personas trans dentro del binarismo hombre-mujer, sino también a las personas trans no binarias que, en su proceso de autoconocimiento pueden adquirir expresiones de género femeninas, masculinas, neutras o ninguna de las tres anteriores.

"Se trata de romper el imaginario colectivo del binarismo hombre-mujer y ampliar sistema sexo-género. Las personas no binarias sufren mucho porque no tienen una categoría en la que poder identificarse y encajar", explica Hinojosa, que añade además que estas personas pueden decidir en algún momento iniciar un tránsito.

"En su momento ocurrió con la bisexualidad, una orientación muy cuestionada porque era necesario posicionarse de uno u otro lado - 'O te gustan los hombres o las mujeres. No puedes estar en tierra de nadie' - Eso les decían y eso era pura bifobia. Creo que con las identidades está pasando lo mismo. Igual que hemos roto la presunción de heterosexualidad tenemos que romper la rigidez mental y los esquemas que nos han marcado para poder ver toda la diversidad identitaria", argumenta.

Aunque los conceptos y el activismo no-binario es muy reciente, Hinojosa asegura que lleva veinte años atendiendo casos que ahora percibe como realidades no binarias: "Me decían -'No me siento bien siendo un hombre pero es que tampoco me siento una mujer'-. Entonces, ¿qué hacíamos? Con el devenir del tiempo se ha puesto de manifiesto que son identidades legítimas que deben estar consideradas social y legalmente.

Cassie, Pau y Marcos son personas no binarias y activistas de Gamá

Pau, Cassie y Marcos son personas no binarias y se enfrentan en su día a día a tener que dar muchísimas explicaciones sobre su identidad y a una sociedad que no solo les rechaza sino que niega la existencia de su identidad:

"Sabía que lo de la etiqueta de hombre no me encajaba desde que tengo recuerdos€ Lo que pasa es que también sabía que no encajaba en la etiqueta de mujer. No podía entender bien lo que me estaba pasando", comenta Marcos Ventura, vicepresidenta del Colectivo. Fue precisamente gracias a Gamá y concretamente a Joana Cabrera, cuando descubrió la realidad no binaria, algo que le produjo paz y tranquilidad. "Me abrió los ojos a una posibilidad más allá de la que nos habían contado, había gente en el mundo que se identificaba y se vivía fuera de los estándares binarios. Una persona que sin ser una mujer tampoco era un hombre", continúa.

A Pau tanto su familia como sus círculos cercanos le han ayudado en su salida del armario. "Con 7 años empecé a darme cuenta de las normas sociales que me imponían falda para el Día de Canarias o vestido para la comunión y eso me hizo replantearme mi expresión. Vídeos de YouTube de México y Chile me abrieron los ojos a otro tipo de identidades y entonces conocí el concepto de no binarismo, en el que me siento cómode", explica. Pau pide que se trabaje la escucha activa sobre diversidad y se siente agradecide por el apoyo que le brinda toda persona que escucha su realidad y la respeta.

Cassie llegó a la isla con 9 años, es natural de Uruguay y se ha pasado el confinamiento elaborando fichas y dibujos que expliquen cosas como la identidad, la orientación y la expresión de género. Ha sido la profesora perfecta para sus tías y primas, que también han hecho un trabajo introspectivo para entender y acoger la diversidad de Cassie. "Meditar y pasar tiempo conmigo me ayuda. Además de leer y empaparme de otras realidades", esta es la vía de escape que utiliza Cassie ante el desconocimiento social y la frustración que le provoca dar explicaciones todo el tiempo sobre tu persona.

Las tres activistas de Gamá piden "lo básico", que es precisamente que se reconozca su identidad y se respete: "Desde Gamá tenemos que decir que las personas no binarias existimos, que nuestra realidad es válida y que merecemos ser felices".

También animan a la sociedad en su conjunto a conocer las realidades trans para evitar los prejuicios. "Así como no presuponemos el nombre de alguien o su orientación, tampoco debemos presuponer su identidad. Es mejor preguntar qué pronombre prefieren. No somos nadie para juzgar a otras personas, ni sus vivencias", comentan.

Marcos, Cassie y Pau confían en que se siga invirtiendo en formación y visibilidad para luchar contra el desconocimiento y la ignorancia, principales motores de los prejuicios.