La Provincia - Diario de Las Palmas

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CRISIS DEL CORONAVIRUS Situación sanitaria internacional

Las ONG piden recursos para que África pueda superar la pandemia

El PMA alerta de que casi 50 millones de personas estarán afectadas en la zona sur por la inseguridad alimentaria incentivada por el coronavirus

Varias personas con bolsas de comida en Sudáfrica. MICHELE SPATARI

Las ayudas y los recursos económicos tienen que llegar ahora para que África pueda hacer frente a la pandemia y a sus estragos negativos. Así lo aseguraron ayer la directora regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en el Sur del citado continente, Lola Castro; y la responsable de operaciones de Médicos Sin Frontera (MSF) para el Sahel, Mari Carmen Viñoles, durante el webinar Coronavirus en África. Impacto en las emergencias sanitarias organizado por Casa África. Un encuentro digital moderado por el responsable de comunicación de la entidad, Joan Tusell, en el que las ponentes expusieron la realidad actual que se vive en gran parte del territorio africano donde la Covid-19 ha incrementado la inseguridad alimentaria de una población que ya luchaba contra otras enfermedades, el hambre o los conflictos armados, entre otras problemáticas.

Según se recuerda desde la entidad canaria, el continente ha rebasado la barrera de los 640.000 contagios, con Sudáfrica, Egipto, Nigeria y Ghana a la cabeza, y roza los 14.000 fallecidos por coronavirus. Una cifra bastante alejada a la de muchas naciones europeas o latinoamericanas, a pesar de la cual resulta complicado conocer el verdadero alcance que tiene la enfermedad en África dada la escasez de test que se han realizado en muchos países.

Lo que sí se sabe con certeza es que la pandemia ha dejado tras de sí un incremento de la vulnerabilidad social y un reguero de retos para los gobiernos y las organizaciones humanitarias que ya adelantan que lo peor está aún por venir. Y es que desde el PMA calculan que tan solo en el África Austral, entre 42 y 52 millones de personas se verán afectadas por la inseguridad alimentaria que afecta a la zona, a causa de la Covid-19. Esto supone entre 13 y 23 millones más de damnificados de los que se esperaba inicialmente para este 2020.

Ante la imposibilidad de abarcar semejante situación, desde la entidad planifican atender a 14 millones de personas. "Serán los más vulnerables y con situaciones más agudas como mujeres, desnutridos, enfermos de SIDA, niños o personas afectadas directa o indirectamente por la Covid-19", señaló Castro antes de explicar que los cierres de frontera en toda la región han supuesto que colectivos que antes podían acceder a una cesta de comida gracias a sus trabajos, ahora hayan pasado a formar parte de los grupos más vulnerables dado que muchos también han visto paralizada su actividad laboral. Además se ha producido una inflación de los precios, según apunta la directora regional del PMA en el Sur de África, por lo que se ha tenido que reestructurar la estrategia inicial para localizar a los nuevos grupos vulnerables y estudiar qué tipo y cuantía de transferencias monetarias se les da para que tengan un mínimo de garantías alimenticias. "Esto ha sido todo un reto", apostilla.

Otro ha sido el poder desplazar tanto materiales como personal sanitario, para lo que el PMA estableció un espacio común aéreo que contribuye a esta labor. Aún así, existen muchas naciones en las que no se han concedido visados, además de las zonas en las que los conflictos armados dificultan esta tarea, así como la de la asistencia a la propia población. Es por ello que la responsable de Médicos sin Fronteras en el Sahel asegura que la llegada de la pandemia a esta zona lleva "la tormenta perfecta" a un sistema de salud "ya de por sí frágil" y que también se enfrenta a otras enfermedades como el ébola, el SIDA o la malaria, además de la malnutrición. Precisamente estas dos últimas son las que más preocupan a MSF de cara a los próximos meses en los que se esperan los mayores picos de ambas problemáticas con el plus añadido del coronavirus.

Es por eso que, Mari Carmen Viñoles asegura que para poder abordar esta realidad tan compleja en África es necesario que los gobiernos locales no bajen la guardia, así como hay que dar apoyo a las organizaciones que trabajan en el territorio. "Se necesita más financiación y se necesita ahora para poder anticiparse a posibles situaciones". En esta línea, Lola Castro apela a la solidaridad a la hora de compartir experiencias y recursos para que nadie se quede atrás. "Tiene que haber movilizaciones para garantizar que la poblaciones vulnerables africanas puedan acceder a las futuras vacunas", asevera Viñoles, quien ha recordado que el Remdesivir se vende a 2.000 euros.

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