El Gobierno de Canarias comenzó el pasado fin de semana con el refuerzo de la vigilancia de los encuentros lúdicos en bares, discotecas, fiestas en villas o celebraciones en espacios abiertos para asegurarse de que los asistentes respetan el uso de la mascarilla, con sanciones de 100 euros para los infractores.

Las inspecciones correrán a cargo de agentes de la Policía Canaria, las diferentes policías locales, la Policía Nacional y la Guardia Civil, precisa el Ejecutivo, en un comunicado.

El Gobierno canario recuerda que ante la crisis del coronavirus en las Islas es obligatorio el uso de la mascarilla en los espacios cerrados de uso público y también en los abiertos, siempre que no se pueda guardar la distancia mínima interpersonal de al menos 1,5 metros.

En espacios como centros comerciales, la mascarilla es obligatoria puesto que no es posible garantizar siempre esa distancia, añade.

"Esta obligación se une a las medidas de higiene y de lavado de manos necesarias para reforzar la acción social e individual frente a la transmisión del virus en las islas y evitar la aparición de nuevos brotes por la covid-19", recalca.

El uso obligatorio de la mascarilla es exigible a todos los ciudadanos mayores de seis años, salvo las situaciones exceptuadas por el Real Decreto ley 21/2020, como presentar algún tipo de enfermedad respiratoria, discapacidad o dependencia y el ejercicio del deporte individual al aire libre, entre otras.

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias hace un llamamiento a la responsabilidad de la población para autoprotegerse frente ante la covid-19 y, por tanto, proteger a la población más vulnerable, evitando contactos estrechos incluso entre familiares.

El 40 por ciento de los brotes en España están causados por reuniones familiares en las que no se respetan las medidas de seguridad, recalca.

"El Gobierno de Canarias no descarta tener que adoptar otras medidas más restrictivas, si éstas fueran insuficientes ante un cambio de escenario de la pandemia en Canarias", advierte.