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CRISIS DEL CORONAVIRUS

Menos hidroalcohol y más jabón

Los dermatólogos registran un repunte de pacientes con eccemas en la piel a causa de un exceso de uso de geles desinfectantes para protegerse del coronavirus

Menos hidroalcohol y más jabón

La pandemia de coronavirus ha cambiado el 'chip' de la mayoría de la población a la hora de extremar la higiene y alguno de los actos reflejo que más se repiten son los de sacar del bolsillo la botella de gel hidroalcohólico para matar cualquier bacteria. Al entrar a un establecimiento, al tomar una bebida en el bar o incluso paseando se está recurriendo a este tipo de desinfectantes que mayoritariamente se componen de alcohol y diferentes excipientes, que en muchos casos están pasando factura al consumidor durante esta crisis sanitaria.

Los dermatólogos indican que un exceso de higiene y empleo de estos productos puede acarrear varios efectos en la piel como sequedad, irritación, enrojecimiento en la zona palmar o incluso pequeñas fisuras si se detectan lesiones cutáneas previas, "ya que se puede romper la primera barrera defensiva del cuerpo, la piel, y sus barreras protectoras como el manto ácido, hidro-lipídico y bacterias benignas", indica la doctora Ana Ramírez, dermatóloga y catedrática en Dermatología.

Esta experta reseña que con el transcurso de las fases de desescalada y la nueva normalidad se ha detectado que muchos pacientes que acuden a consulta por otras patologías terminan preguntando sobre el estado de su piel en las manos. "Dicen que la tienen más seca, las manos más escamadas y tendencia a más irritaciones", relata. En este sentido, los expertos recomiendan que se opte en primer lugar por el lavado de manos varias veces al día, acompañado de una buena hidratación posterior, mientras que este tipo de soluciones hidroalcohólicas sólo se utilicen de forma puntual y no compulsiva como está ocurriendo en algunos casos.

Estos problemas están apareciendo en un perfil medio, sobre todo en personas que están en activo, como podría ser el caso de Victoria Merino. "Trabajo en el sector del cartón y en mi puesto recepciono albaranes, facturas y muchas otras cosas que pasan por muchas manos, con lo cual uso mucho el gel hidroalcohólico. Me han salido eccemas, sobre todo en los nudillos, de lo reseca que llevo la piel. Pica, duele, se agrietan las manos e incluso llegan a sangrar si no estoy constantemente hidratándomela con crema", indica esta mujer que nunca ha tenido descamaciones ni picor en las manos, pero ahora el uso en exceso de este producto le ha generado alteraciones. El caso de Noelia Vilar es similar, aunque siempre ha convivido con la dermatitis atópica desde que se la diagnosticaron siendo una niña. Procura evitar aplicarse este tipo de geles con base de alcohol y para entrar a un negocio intenta ir con guantes, que en su caso deben ser de un plástico específico o nitrilo para que al sudar tampoco le de reacción.

Según la doctora Irene Latour, dermatóloga, en la actualidad están contabilizando aproximadamente un 20% más de consultas con pacientes con lesiones en las manos tipo eccema en comparación al año anterior. Para aquellos que previamente ya tenían una enfermedad cutánea "estos productos pueden empeorar las lesiones y suelen producir mucho picor", indica la experta. Estos cuadros pueden ir aparejados, por ejemplo, de fisuras en varias partes como los pulpejos de los dedos, cerca de la uña. Asimismo, los dermatólogos temen "que se está olvidando el paso de hidratarse para reestablecer la barrera cutánea", según explica Latour. Estos especialistas advierten, además, que este uso está resultando demasiado agudo ya que está dandose el caso de que toda la familia lo consume y piden que su empleo se haga con responsabilidad para evitar otros daños cutáneos.

Entienden que los niños, por ejemplo, no deberían aplicarse este desinfectante, y de hacerlo debe ser tras jugar en el parque y en otros momentos puntuales en los que no quede otra opción, aunque los progenitores deben cerciorarse de que la solución se ha secado para que no colonicen hongos y el menor no termine llevándose el alcohol a la boca o los ojos, provocando irritaciones, según indica la doctora Ramírez. Por otro lado, y aprovechando que llega el inicio de la temporada estival, los dermatólogos alertan, además, del peligro que conlleva el uso de estos geles si están expuestos a altas temperaturas y a la acción lumínica, como podría ser en la playa, ya que tienen un componente inflamable que puede provocar quemaduras, cambios de coloracion de la piel y afectar a un factor estético. En estos casos vuelve a ser recomendable el lavado de manos y cuidando en general de la piel usar la protección adecuada, según Ramírez.

El uso de mascarilla también está floreciendo las rojeces e irritaciones en algunos pacientes con pieles sensibles, por lo que recomiendan su uso cuando no se asegure la distancia social y que aquellos que deben emplearlas por muchas horas utilicen vaselina en las zonas de roce.

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