Una técnica que detecta en la sangre diminutas cantidades de una proteína fragmentada, vinculada con el mal de Alzheimer, podría conducir a un examen simple y el diagnóstico del deterioro neuronal años antes de que aparezcan los síntomas de la enfermedad, según un artículo que publicó este martes el Journal of Experimental Medicine. Los investigadores de la Escuela de Medicina en la Universidad Washington, de St. Louis (Kentucky), han encontrado que los niveles de la proteína p-tau-217, abundante en el sistema nervioso central y en el sistema nervioso periférico, son elevados en las etapas iniciales del mal de Alzheimer.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Alzheimer es la forma más común de demencia y representa entre el 60 y el 70% de todos los casos del síndrome que suponen el deterioro de la memoria, el pensamiento y la conducta, así como la capacidad para desempeñar las actividades cotidianas. Hay en el mundo aproximadamente 30 millones de personas afectadas por el mal de Alzheimer, que se hace notable más a menudo en las personas mayores de 65 años, aunque del 4% al 5% de los casos comienzan antes.

El periodo promedio de vida del paciente con Alzheimer va de tres a nueve años, y la atención de esta población es uno de los aspectos más costosos de la medicina en los países desarrollados. El mal de Alzheimer se caracteriza por la presencia de placas que forma en el cerebro una proteína llamada amiloide B, y aglomeraciones de la porteína tau que forma "nudos" de fibras en las neuronas de los pacientes.

"Hay una necesidad urgente de herramientas que sean simples, de bajo costo y no invasivas para el diagnóstico del mal", dijo María Carrillo, científica de la Asociación de Alzheimer. "La posibilidad de una detección temprana que permita la intervención con un tratamiento antes de que el mal de Alzheimer cause daños significativos en el cerebro sería un gran cambio para los individuos, las familias y nuestro sistema de cuidado de la salud", añadió.