"A día de hoy las redes sociales son de vital importancia en nuestras vidas. Nos resuelven todo tipo de circunstancias desde la compra hasta nuestras relaciones más íntimas aunque en mi caso he tenido una mala experiencia con una red social de contactos por ser una mujer trans", denunciaba esta semana en su perfil de Instagram la grancanaria Naylah Mutty.

"Mi vivencia comenzó en la cuarentena. Debido al aburrimiento decidí que la mejor manera de pasar el rato era conocer gente y experimentar por primera vez en mi vida lo que era una red de contactos heteronormativa. Las expectativas que yo tenía no eran muy altas debido a que al ser una chica transexual las oportunidades no son las mismas. Pero para mí sorpresa", dice Naylah Mutty, "la acogida por parte de los chicos fue fabulosa puesto que casi a todo el mundo que le daba un match me regresaba de vuelta y casi siempre con una grata conversación detrás. Me quedaba fascinada cuando les decía que era una chica trans y muchos me decían que no les importaba. A todo este júbilo de hombres que les gustaba habían otros que me decían que no era su tipo, con educación y sin problemas aunque me indignaba las preguntas groseras que me escribían. Descubrí también un tercer grupo de hombres, al cual les gustaba y después de una pequeña conversación para entrar en confianza les decía que era una mujer transgénero y lo que hacían automáticamente era denunciar mi cuenta y, entiendo que al ir juntando personajes que te denuncian sin ningún motivo, acabaron provocando que sin ir en contra de ninguna de las normas de la app lograran que me cerraran mi cuenta, con lo cual te sientes insultada y por último discriminada".

Dice Mutty que al escribir a la red de contactos "explicándole lo ocurrido me daban una respuesta automática: lo sentimos, pero te has saltado las normas de la aplicación. Yo en ningún momento he incumplido sus normas: ni soy menor, no soy una cuenta falta y no faltó al respeto a nadie. Pues me quedé dolida y disgustada, pero no me rendí", asegura.

"Me di cuenta de la importancia que tienen las redes sociales y pensé: ¿hago un vídeo para Instagram explicando lo ocurrido? Tome la iniciativa de hacerlo", admite, "y tuvo un gran recibimiento por parte de la comunidad de Instagram. Lo sorprendente fue la rápida contestación por parte de la compañía, la cual me pedía perdón y me decían que iban a resolver el problema lo antes posible, para poder devolverme la cuenta. Y efectivamente, lo hicieron ese mismo día".

"En conclusión", se quejaba la grancanaria, "la aplicación debe tener más vigilado el apartado de las denuncias puesto que pueden quitarle la cuenta a alguien injustamente, como me ha pasado a mi. También me he dado cuenta de que todavía el mundo no es abierto de mente como debería y siguen existiendo cerebros demasiado ignorantes y discriminatorios como para tener una cuenta en ninguna aplicación; es más, a los que se debería penalizar es a este tipo de personas no a mi".

"Las mujeres trans somos igual de mujeres que el resto aunque haya gente que esto le cueste entenderlo", defiende Naylah Mutty. "No tenemos que demostrar nada a nadie y mucho menos tenemos que soportar conductas de personas insensibles que lo único que quieren es ridiculizar a otras que son diferentes a ellas", concluye la joven trasn de la capital grancanaria.