El curso escolar 2020/2021 en Canarias comenzará de manera presencial y en todas las Islas el próximo martes 15 de septiembre en los niveles de Infantil y Primaria, el 16 en Secundaria, y el 17 en otras enseñanzas especiales, según confirmó ayer el portavoz del Ejecutivo canario, Julio Pérez, tras la reunión del Consejo de Gobierno. Una decisión que despeja las dudas sobre la conveniencia de aplazar la apertura de los centros escolares ante la situación epidemiológica en el Archipiélago. Pérez aseguró que el curso puede empezar con "seguridad" y que los centros se han preparado y todos contarán con un responsable Covid y un plan de contingencia.

Para garantizar la seguridad de la comunidad escolar ante posibles contagios, en los primeros días del curso se realizarán pruebas PCR a alumnos y alumnas, profesores y resto de personal en centros situados en zonas donde el Covid-19 tenga mayor incidencia.

Estas pruebas PCR se harán en las denominadas zonas calientes, barrios y distritos que acumulan una alta tasa de contagio en las últimas semanas, como es el caso de la capital grancanaria, y en barrios como La Isleta, y en Arrecife, en Lanzarote. En los municipios canarios en los que se ha registrado un mayor índice de positivos por Covid-19 se realizará, tal como avanzó Julio Pérez, un cribado a través de la técnica de procesamiento agrupado de muestreos, conocida como pooling, a alumnado, profesorado y el resto de personal de centros educativos, para identificar a las personas asintomáticas con el objetivo de controlar la aparición de posibles brotes y efectuar un control del virus en áreas estratégicas.

Las consejerías de Sanidad y Educación no han especificado en qué otras zonas de Gran Canaria se van a realizar las pruebas PCR a la comunidad educativa. Con los últimos datos epidemiológicos es probable que el personal y alumnos en zonas como Guanarteme o Alcaravaneras, en la capital grancanaria, se sometan a dichas pruebas.

El Gobierno canario avanzó ayer que los test de detección del Covid-19 se realizarán durante dos o tres días una vez comience el curso, y no antes, puesto que los alumnos deben estar presentes en las aulas y las familias deben dar previamente su permiso para las pruebas.

"Espacios seguros"

A este respecto, la consejera de Educación, Universidades y Deportes, Manuela Armas, puntualizó que "no pueden hacerse antes de que empiecen las clases porque "se necesita la autorización de los padres para hacerle las pruebas a los alumnos". Armas explicó que el Consejo de Gobierno acordó mantener la fecha de inicio de la actividad lectiva como estaba previsto en el calendario escolar de 2020-21. Una decisión que ha sido cuestionada, sobre todo por razones sanitarias, por los colectivos docentes, los sindicatos con respresentación en la enseñanza, y las asociaciones de padres y madres.

La consejera enumeró las medidas adoptadas por los centros educativos para hacer de las aulas "espacios seguros" y opinó que es importante que la actividad lectiva vuelva a ser presencial, después de un paréntesis que empezó de forma abrupta el 13 de marzo, por el confinamiento para intentar atajar la expansión del coronavirus. "Después de seis meses, es necesario que el alumnado vuelva a estar en contacto con su profesorado", dijo.

Armas indicó que Canarias cuenta con estrategias para minimizar el riesgo de contagios por la Covid-19 y está preparada para actuar en caso de que pudieran surgir casos en los centros. Explicó que existe un protocolo elaborado por expertos con medidas de prevención y organización adaptadas a cada etapa educativa y que abarcan las múltiples circunstancias relacionadas con el Covid-19 que pueden darse en el aula o fuera de ella. Además, cada centro cuenta con su propio plan de contingencia y con un responsable Covid para posibilitar la detección precoz de casos y la gestión adecuada de estos.

Insistió Armas en que las citadas pruebas PCR, siguiendo el consejo de los especialistas en la materia, se harán en los primeros días del curso en los propios centros, por expertos de los correspondientes centros de salud, conel objetivo de identificar "burbujas completas de los alumnos con el profesorado que les atiende", de manera que si se diagnostica un contagio no tenga que cerrar el centro. "Se cerrará la burbuja, no el centro completo".

Seguimiento y rastreo

"Habrá un teléfono al que el responsable de Covid llamará y, a partir de ese momento, será una responsabilidad de Sanidad para hacer el seguimiento y rastreo", apuntó. Armas estimó que "en los primeros dos o tres días se empezarán a hacer las pruebas a esas burbujas de las zonas de mayor índice de contagio".

A las preguntas de los periodistas sobre si Canarias estaría preparada para volver a las clases online , en un hipotético escenario de mayor virulencia del Covid-19, Armas se limitó a apuntar que "hemos tomado una decisión con base a los expertos y, en cualquier caso, "Sanidad decide y los centros actúan". Añadió que el profesorado, a diferencia de en marzo, ha tenido tiempo de prepararse y que "existe una programación específica".

"Los centros educativos no son menos seguros que cualquier otro espacio social; al contrario, ya que se han puesto en marcha medidas respaldadas por especialistas cuyo cumplimiento será supervisado por el profesorado", subrayó la consejera de Educación.