En su primer día de estancia completa en Mallorca, Doña Letizia y sus dos hijas, las infantas Leonor y Sofía, acompañaron a Don Felipe, que compite en la regata a la caña del Hispano, en su traslado desde el palacio de Marivent al Real Club Náutico, en un automóvil conducido por Don Felipe.

El vehículo del Príncipe iba precedido por otro en el que Doña Sofía llevaba a sus otras dos nietas, Victoria Federica e Irene, mientras la infanta Cristina, que patronea este año el velero Aifos de la Armada Española, completaba el grupo al volante de su propio automóvil.

Nada más bajar del coche, el príncipe dedicó un sonriente "buenos días" a los periodistas que aguardaban frente a la entrada y todos posaron en las escaleras para los gráficos junto al presidente del Náutico, Matías Salviá, y el del comité organizador de la Copa del Rey, Javier Sanz.

Ya en el embarcadero, el Príncipe ayudó a subir a la cubierta a Doña Letizia y a sus dos hijas, ambas con camisolas blancas a juego con el vestido de su madre, y a ellos se unió la Reina desde la cubierta del Bribón, atracado a su izquierda. Antes de regresar a Marivent, la Reina, sus nietas y Letizia pasaron por la cafetería del club, donde se sentaron a tomar un refresco.