Mañana

4.30 horas

La casa de acogida en la que vive José Díaz se pone en marcha. Se levantan y se asean. Se toman una infusión caliente. A partir de las 5.00 horas, las niñas recogen sus habitaciones, barren la casa, hacen la comida, ayudan en el establo y, las mayores, dan clase a los niños más pobres del pueblo donde viven.

7.00 horas

Estudian o hacen deberes y una vez terminados comen arroz con acelgas y caldo de lentejas. Comen una gran cantidad de arroz porque las comidas más importantes son la de la mañana y la de la noche. Después de comer lavan la loza y se preparan para ir al colegio (ponerse el uniforme, peinarse y hacerse unas a otras coletas y trenzas). A las 9.15 horas comienzan a caminar hacia el colegio (2,5 kilómetros). Las niñas más pequeñas van a un centro de primaria en el pueblo que está a medio camino.

Tarde

17.00 horas

Las niñas regresan a la casa de acogida, se cambian de ropa y ayudan en el huerto, en la cocina o dan clase a más niños del pueblo. A partir de las 18.30 horas, hacen unos veinte minutos de meditación.

19.00 horas

Cenan arroz o harina de millo cocinada con agua, alguna verdura y un vaso de leche. "Todo lo que comemos viene de nuestro huerto y nuestras vacas. Después de cenar y fregar los cacharros, suben a sus habitaciones y se ponen a hacer sus deberes o charlar", indicó el fundador de Educanepal, José Díaz.

Noche

21.00 horas

Las niñas comienzan a recoger y a prepararse para el descanso. A las 21.30 horas se duermen. Los sábados son el único día festivo, es el día de lavar la ropa y también aprovechan para hacer algún taller de crecimiento personal con las niñas donde trabajan aspectos como las relaciones, los propósito de vida, los hábitos y todo aquello que influencia el grado de felicidad. "En el Nepal rural no te queda más remedio que ser valiente. Ayudas a tus padres desde que puedes levantar el mínimo peso con 6 o 7 años. Desde entonces aprenden a sobrevivir y para ello trabajan mucho", citó Díaz.