La mortalidad en las carreteras canarias mantiene un tono descendente con seis fallecidos en los meses de julio y agosto, uno menos que los contabilizados el pasado año. Un dato en sintonía con el resto de España y que obedece al impacto que entre los conductores de las islas han tenido las campañas de prevención promovidas por la Dirección General de Tráfico. No ocurre lo mismo con los accidentes que revisten gravedad para el usuario que se han disparado en un 17 por ciento, con 48 siniestros de este tipo en verano, siete más que en 2010. La mayoría de estos se ha producido en vías urbanas.

De las seis víctimas mortales, cuatro eran de la provincia de Las Palmas y las otras dos de Tenerife. La ratio en Las Palmas se mantiene invariable en relación al verano pasado. Entre los fallecidos, se encontraba un motorista, y ningún peatón perdió la vida en estos meses.

"Son buenos resultados debido a las campañas de concienciación que este año han sido más amables y menos agresivas", destacó ayer la delegada del Gobierno en Canarias, Dominica Fernández, que presentó el balance de la campaña veraniega de Tráfico junto a los responsables provinciales del área, Eva Canitrot y Ramón Guerra. Para estos últimos, los datos demuestran igualmente la mejoría en la siniestralidad en carretera, lejos ya de los registros de años como 2000 y 2004 en los que se contabilizaron 17 y 24 muertos, respectivamente. Además, se tramitaron en este periodo 249 denuncias y atestados por superar la tasa de alcoholemia autorizada; y otros 2.436 conductores fueron denunciados por rebasar la velocidad máxima en carretera.