Juego.

Irse a la cama para un niño no puede ser un trauma. Por eso, los psicólogos recomiendan que se haga como un juego.

Habitación.

Como mucho, a partir del tercer mes de vida, el bebé debe pasar a su cuarto.

Luz.

La habitación ha de estar a oscuras.

Baño.

Un baño con agua tibia puede ayudar al pequeño a relajarse.

Cuento.

Si se le lee un cuento, ha de ser cortito y luego despedirse.

Terrores nocturnos.

Son normales y se van solos. No hay que alarmarse.