El Conservatorio Superior de Música de Canarias se verá abocado al cierre y al cese de toda actividad docente a menos que la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes rectifique la orden que se hizo pública el pasado 13 de abril por la que se regula "con carácter experimental" la implantación de los estudios de grado en música, arte dramático y diseño en Canarias.

La citada disposición, firmada por la consejera Milagros Luis Brito, y pendiente de su publicación en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), ha sido el último episodio de un año especialmente convulso en la enseñanza musical en los centros superiores de las Islas por los ajustes de los planes de estudio al llamado Espacio Europeo de Educación Superior, o lo que es lo mismo, el Plan Bolonia.

Profesores y alumnos están en pie de guerra con anuncio de movilizaciones de por medio, por lo que consideran un despojo en toda regla de las competencias docentes atribuidas al Conservatorio hasta la fecha. La citada orden profundiza en la herida abierta a comienzos de este curso por la supresión de todas las especialidades de forma temporal, la agrupación de todos los alumnos de las sedes de Gran Canaria y Tenerife en la disciplina de interpretación y la implantación de las áreas de composición en Tenerife y pedagogía en Gran Canaria, cuando siempre se habían ofertado ambas en las dos provincias.

A esto se une otro revés aun mayor, ya que la citada orden, según los profesores del Conservatorio Superior consultados por este periódico, entra en colisión con la normativa del Ministerio sobre las enseñanzas que han de impartir los conservatorios. Si a nivel estatal está regulado que los conservatorios están facultados para ofrecer un mínimo de tres especialidades y un máximo de siete, el encaje hacia Bolonia que propone el Gobierno regional condiciona una especialidad en primer curso a la obligatoriedad de contar con un mínimo de ocho alumnos, y de diez cuando se trate de una asignatura optativa.

La sede del Conservatorio en Gran Canaria pierde en este escenario las especialidades de musicología y dirección coral y las de instrumentos como acordeón, clave, órgano y arpa. "El cambio en los estudios superiores artísticos es una situación que estaba prevista desde hace tiempo y sabíamos que iba a venir dentro de la adaptación de las enseñanzas al Plan Bolonia, pero en el caso de la música no se comenzó a trabajar desde el pasado año por la ausencia de un normativa básica estatal", explica Daniel Roca, jefe del departamento de Composición del Conservatorio Superior en Las Palmas de Gran Canaria.

La defunción

La adaptación al Plan Bolonia, en los términos diseñados por la Administración educativa regional, que no encuentran equivalencia en centro alguno en toda España, suponen a medio plazo la defunción del Conservatorio Superior. "Si nos quitan las especialidades, ¿qué nos queda?", esgrime Daniel Roca.

Las asambleas de profesores y de alumnos han denunciado públicamente "la caótica gestión en el desarrollo de la norma" que se traduce en que de las siete especialidades que el decreto ministerial posibilita y de las cinco que la LOGSE ofrecía "se pasa a la oferta de una sola especialidad para las dos sedes y se les impone un número mínimo de matrículas anuales" con respecto a las "especialidades que supuestamente implanta".

El próximo lunes, el claustro volverá a reunirse para posicionarse sobre una orden cuya una de sus primeras consecuencias es que "el alumnado que tenga la oportunidad de irse lo va hacer", sentencia Laura Vega, profesora del departamento de Composición en el Conservatorio.

Movilizaciones, medidas de presión, entrevistas con los partidos políticos y con los portavoces parlamentarios de Educación, entre otras, son parte del calendario proyectado para salvar al Conservatorio de Bolonia. Ayer, la Consejería de Educación rehusó manifestarse sobre este asunto y el conflicto con docentes y alumnos.