El Instituto Canario de Investigación del Cáncer (ICIC) podría empezar a aplicar en dos años en humanos nuevos medicamentos obtenidos de fuentes naturales terrestres y marinas que produce la biodiversidad del Archipiélago, unos fármacos que en la actualidad están en fase de ensayo preclínico con la realización de test en animales.

"Si estos ensayos van bien y disponemos de la inversión necesaria podríamos empezar a tener resultados de su eficacia para frenar tumores y metástasis en algunos tipos de cáncer, como el de mama y próstata, y algunas leucemias", según explicó ayer Nicolás Díaz Chico, vicepresidente de la Fundación del ICIC y catedrático de Fisiología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. El Instituto renovó ayer el convenio de colaboración con el Cabildo grancanario que le proporciona una financiación anual de 150.000 euros.

El oncólogo afirmó que el trabajo desarrollado por los investigadores canarios en la década de existencia del ICIC en dos de sus líneas estratégicas, la identificación de los tipos genéticos del cáncer más comunes en la población del Archipiélago, y la búsqueda de productos antitumorales basados en su biodiversidad, han hecho posible la descripción de algo más de ochenta compuestos.

Con los más eficaces de estos productos, con estructuras nuevas aún no descritas en la literatura científica mundial, están trabajando los investigadores canarios que prueban en la actualidad su efecto en animales.

Precisamente, la búsqueda y hallazgo de estos compuestos antitumorales basados en especies terrestres y marinas de la naturaleza canaria es la "actividad estrella" del ICIC, según dijo Díaz Chico, quien destacó en este sentido el papel del Centro Atlántico del Medicamento (CEAMED), que ya ha obtenido varias patentes.