"Gracias a su lucha tenemos los derechos que tenemos. Ellas, las madres, las abuelas... Ellas son las que nos han traído hasta aquí". Este mensaje, que hace hincapié en la necesidad de tomar el testigo de millones de mujeres que se han sacrificado por la equiparación de derechos, sobrevoló ayer el acto de entrega de las Distinciones Honoríficas del Instituto Canario de Igualdad 2011. En esta ocasión, recibieron el reconocimiento cinco mujeres valientes, el fallecido presidente regional Adán Martín, que "quería siempre conocer la visión femenina del mundo", y cuatro asociaciones que han defendido históricamente la igualdad de género.

María del Mar Julios, vicepresidenta regional; Inés Rojas, consejera de Bienestar Social; e Isabel de Luis, directora del Instituto Canario de Igualdad, gastaron ayer su provisión de pañuelos de papel, igual que todos los que asistieron al acto de entrega de las Distinciones en Presidencia del Gobierno. Y es que unos por sentir que se reconocía su valor y otros por recordar a seres queridos que ya no están no pudieron contener la emoción. Entre las premiadas, una profesora y abogada grancanaria, pionera del movimiento feminista como Ana Doreste; María del Pino Sánchez, llamada la Pasionaria del empaquetado en su Ingenio natal; Hermas Concepción, primera alcaldesa del municipio palmero de Mazo en la democracia; y Rosario Pino Capote, política y educadora tinerfeña. También cuatro asociaciones que han defendido durante años el papel de la mujer en todos los ámbitos y, en muchos casos, se han interpuesto entre la mujer y quienes han querido hacerle daño.

Pero hubo otros dos rostros que fueron protagonistas en este encuentro con la generosidad, dos personas fallecidas, dos nombres que suscitaron sendas ovaciones entre el público. Por un lado, Macarena Ramírez, fallecida por una dura enfermedad y alma del movimiento asociativo de Lanzarote; y por otro, Adán Martín, primer presidente de Canarias que nombró una vicepresidenta y que impulsó una ley de violencia de género. Su esposa, Pilar Parejo, inconsolable, recibió el cariño de todos. "Lloras, Pilar, pero hay gente, como él, que no muere nunca", señaló Inés Rojas, que tuvo que hacer varias paradas en su intervención para tragarse la emoción, más cuando terminó con una frase de Gandhi: "De manera apacible se puede sacudir al mundo".

Entre las reivindicaciones que se escucharon en los discursos de las protagonistas, destacó, por encima de todo, la repulsa por "el cómputo siniestro" que arroja día a día la violencia machista, en palabras de Isabel de Luis. La educación, la prevención y la protección son herramientas para erradicar esta lacra, así como la comprensión del problema, que parte, según estas expertas, "de una sociedad estereotipada y basada en la desigualdad", como recordó Rosario Pilar Capote.

Julios hizo un repaso por la cantidad de ejemplos estadísticos que demuestran que "aún queda mucho por recorrer en materia de igualdad". Así, hizo mención, por ejemplo, de la dificultad que tienen las madres trabajadoras de atender a su vida familiar. Aún así, y sin perder la sonrisa, la vicepresidenta concluyó diciendo que "la igualdad de género es posible".