La Fiestas del Orgullo arrancaron ayer en la madrileña plaza de Chueca, corazón de la fiesta reivindicativa de la igualdad homosexual, con un pregón pronunciado por una vecina del barrio y por El Gran Wyoming, sin que fuera necesario para escucharles la utilización de auriculares.

"Mucha gente todavía se pregunta por qué hay que salir a la calle a expresar públicamente el orgullo de ser lesbiana, gay, transexual o bisexual. Curiosamente es la misa gente que no se pregunta nunca en Semana Santa por que hay que salir a la calle siete días seguidos a expresar públicamente el orgullo de su fe católica", planteó El Gran Wyoming en su intervención desde el plató de su programa 'El Intermedio' de la Sexta.

Tras recordar que Amnistía Internacional ha alertado de que en cinco países está castigado ser homosexual con la pena de muerte y en otras 76 naciones las relaciones gais están consideradas ilegales, Wyoming señaló dos razones por las que cree que está "plenamente" justificado salir a la calle: "Una, podemos seguir vivos después de hacerlo; y dos, así a la gente a la que le jode se va acostumbrando".

Al presentador de televisión, al que se pudo ver en directo en una pantalla instalada en Chueca, precedió en el escenario Esperanza Izaguirre, una bilbaína que llegó al barrio hace 25 años y puso en marcha un restaurante.

Recordó en su "guión" que cuando llegó a Chueca en los años ochenta el barrio estaba "castigado por la droga" y gracias al colectivo gay en los noventa comenzó a "remontar" y se fue transformando hasta convertirse ahora en "un artículo de lujo", con un comercio "floreciente" y casas rehabilitadas.

Para terminar, Izaguirre pidió un mundo donde haya "más amor y menos guerras", mientras las miles de personas que llenaban la plaza de Chueca comenzaba a vibrar, todavía sin auriculares, con la música que salía por los altavoces del escenario.

Tras una negociación con el Ayuntamiento para evitar el exceso de ruido y mantener la plaza de Chueca como su escenario más emblemático durante las fiestas del Orgullo 2011, que se celebran hasta el 3 de julio en diversas plazas de la ciudad, los organizadores han programado conciertos "silenciosos" para poder escuchar la música a través de auriculares.