No todas las relaciones sexuales son tan positivas como se puede llegar a pensar. Hay algunas que, por las circunstancias que las rodean, pueden hacer daño a las personas. Es el caso de "las relaciones extramaritales o las mercenarias", asegura Ignacio Coello, adjunto del servicio de cardiología del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín.

En este tipo de encuentros se "producen una serie de fenómenos emocionales de ansiedad, de querer quedar bien, del qué va a pasar o el si me verán o no, que producen la descarga de una serie de sustancias, las catecolaminas, que pueden hacer que aparezcan arritmias cardíacas o problemas cardiovasculares como la muerte súbita", afirma.

De hecho, continúa, "en las relaciones habituales de pareja, se suele saber más o menos como empieza y acaba la cosa, se inicia con tiempo y tranquilidad y no sólo hay sexo sino también suele haber un componente afectivo. El sexo produce una liberación emocional. Por el contrario, el otro tipo de relaciones suelen ser, por lo general, rápidas, aceleradas. Es una relación acompañada de una sensación furtiva que crea estrés y no se acompaña de una gran satisfacción o de bienestar porque, además, se quiere demostrar lo que no se hace con la pareja habitual y eso crea una situación de ansiedad que puede causar varios problemas", concluye.