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Tecnología | Redes sociales de moda

Vivir de los microvídeos: los jóvenes que triunfan en TikTok, la red social de moda

Chicos como la mexicana afincada en España Denisse Guzmán, que tiene 742.000 seguidores, logran notoriedad e ingresos con pequeños vídeos de 15 a 60 segundos

Vivir de los microvídeos: los jóvenes que triunfan en TikTok, la red social de moda

TikTok suena a alarma. Es la hora del vídeo del día de Denisse Guzmán, una mexicana afincada en España de 25 años. Sus 742.000 followers de todo el mundo lo están esperando. Y la aplicación también. De esta forma, "con constancia y trabajo", mantiene una continuidad que la aplicación premia y a diario gana más seguidores. Su objetivo es llegar al millón antes de que acabe el año. Y también extenderse a otras redes sociales y que grandes marcas la promocionen en el social media para poder vivir. "Quiero llegar a mucho más, a ser influencer", afirma. Ahora mismo, el público que tiene va desde los 8 hasta los 25, 30 años, sus principales usuarios.

La aplicación de TikTok proviene de Musical.ly, una mutación del año 2018. Su funcionamiento es muy sencillo. Excesivamente, de hecho, y por eso, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, piensa que pertenece al espionaje chino y ha prohibido a sus ciudadanos hacer negocios con la desarrolladora de la aplicación, ByteDance, y WeChat, de la empresa tecnológica china Tencent. "La recopilación de datos amenaza con permitir que el Partido Comunista chino acceda a la información personal y privada de los estadounidenses, lo que potencialmente le permite a China rastrear las ubicaciones de los empleados y contratistas federales, crear expedientes de información personal para chantaje y realizar espionaje corporativo", incluye la orden de Trump.

El funcionamiento es el siguiente: los usuarios suben vídeos de escasos quince segundos a un minuto de duración con la moda en ese momento o con contenido propio que consideren que puede viralizarse. Y estos vídeos se reproducen después de forma sucesiva en el perfil de los usuarios, sin tener que hacer ni clic para que comiencen. "Quien tiene su propia esencia triunfa", explica Denisse Guzmán, que graba en el supermercado, hace bailes, retos del momento, doblajes y todo lo que se le ocurra. La única exigencia es que sean vídeos cortos: entre los 15 y los 60 segundos. La plataforma dispone de una serie de sonidos propios y, además, va adquiriendo los que generan los internautas. De esta forma, todo el mundo puede 'imitar' el vídeo del momento, realizar el challenge viral e incluir todos los efectos que quiera.

Hay dos modalidades de consumo con solo deslizar el dedo por la pantalla: por un lado, se pueden elegir los vídeos que generan los usuarios a los que sigues y, por el otro, contenido 'Para ti' de tiktokers desconocidos que la propia aplicación selecciona en función de las preferencias. Y también, a partir de los 1.000 seguidores, permite hacer vídeos en directo, de una forma similar a la televisión, pero con un plus: quienes están viéndolo pueden interaccionar directamente con quien se está grabando.

Esta es la modalidad que le permite a Denisse Guzmán ganar el dinero suficiente para vivir. El TikTok y otras redes sociales son ahora mismo su dedicación exclusiva. En un directo, los espectadores pueden darle dinero mediante una plataforma de pago, relacionado con los efectos y con lo que va realizando. Efectos que se añaden al vídeo, por ejemplo, y que mejoran el perfil del 'tiktoker' en cuestión. En el caso de Denisse, por ejemplo, puede alcanzar alrededor de 25 euros por cada hora de directo. Normalmente hace cinco a la semana, y cuando puede de unas cinco horas de duración. Los vídeos diarios le sirven para promocionarse dentro de la propia plataforma, que premia su constancia haciendo que sus vídeos aparezcan en los 'para ti' de los usuarios desconocidos.

Como le está funcionando muy bien, ha corrido la voz e incitado a sus amigos para que comiencen a trabajar en su perfil. Una de ellas es Eva Nasti, que está siguiendo sus pasos y aspira a ser influencer en el futuro: que grandes marcas la promocionen por seguir generando contenidos y así poder vivir. Ahora mismo está en TikTok y tiene 92.000 seguidores en esta red social, pero quiere alcanzar antes de que finalice el mes los 100.000. "100 K?", pide en su perfil. Ella lleva "tomándoselo en serio" desde octubre, con dos o tres vídeos al día. Sus followers empezaron a subir como la espuma en el primer viral. Y ahora algunos de sus vídeos superan el millón de visualizaciones. "Lo más importante es la constancia. Nunca dejarlo", explica. Ella puede estar una hora al día preparándose para subir un vídeo, pero reconoce que navega por la aplicación constantemente. Siempre por la noche, donde sabe que su vídeo tendrá mas visualizaciones.

Hay aplicaciones que le indican al tiktoker en qué momento del día va a tener más éxito. En el caso de Diego Martínez, de 17 años, es a partir de las doce de la noche, según le indican sus estadísticas. Para esa hora, suele tener preparados un par de vídeos e incluso algunos días hace directos. "Empecé como un juego, y en menos de dos meses alcancé los 102.000 seguidores", cuenta orgulloso. En este proceso, ha ido profesionalizando progresivamente lo que hace: un trípode para el móvil y un foco de iluminación, y no descarta seguir ampliando su equipo y su formación en redes sociales, pasando tiempo navegando por internet. "No sé si será una etapa o me podré dedicar a ello. Hubo rumores de que iban a cerrar TikTok y se está empezando a prohibir en sitios", afirma dubitativo. Se refiere a la polémica con Trump y el espionaje chino. Y a la prohibición en la India de utilizar la aplicación por ser "perjudicial para la soberanía e integridad, la defensa, la seguridad del Estado y el orden público". O en Bangladesh e Indonesia, donde esta aplicación tampoco se puede usar.

Otra de las polémicas que tuvo TikTok en su momento fue con los derechos de autor de algunos artistas. Pero para los que están empezando, como es el caso de Daniel Fernández, de 20 años y con alrededor de 50.000 seguidores, esta plataforma es una catapulta para su fama en la industria musical. Otros veranos había trabajado haciendo giras con una orquesta de verbenas, pero este se ha visto obligado a frenar y ha encontrado en TikTok una salida. Este no es el único contenido que sube. Hace de todo: desde vídeos haciendo doblajes, retos virales, responde a preguntas personales e interacciona con los usuarios para ver qué cosas tienen en común. "Yo les pregunto, por ejemplo, '¿cuáles son vuestros colores favoritos?', y ellos me responden por comentarios", explica el joven cuyo éxito comenzó en marzo durante la cuarentena.

"Yo me hice TikTok en octubre del año pasado, pero al principio solo veía a otros. Luego empecé a subir vídeos, uno se hizo viral y, desde entonces, notificaciones constantes, comentarios... El móvil siempre en la mano", cuenta Iker Fernández, de 19 años. Fue para divertirse, y no está dentro de sus planes de futuro ser tiktoker profesional.

"El truco es seguir la moda y hacer que la gente vea tu vídeo", indica. Se mira el sonido que más gracia está haciendo y en función a eso montas tu propio vídeo. También se pueden hacer transiciones: varias escenas cotidianas y comunes, o varios planos juntos que cuenten un microrrelato, principalmente de humor", sostiene.

Cara B

Tampoco está en los planes de Nerea Abad convertirse en el futuro en una tiktoker. Ella comenzó hace cuatro años en Musical.ly, con vídeos de los bailes que se llevaban en la plataforma en el momento. Alguien hacía una coreografía sencilla, se hacía viral y ella la imitaba, o creaba algunas nuevas. También empezó por divertirse. Sus seguidores comenzaron a subir muy rápido y cuanto más contenido generaba, y cuantos más vídeos virales hacía, más subían. Incluso una vez en unas vacaciones en Huelva la reconocieron por sus tiktoks.

Pero fue una fama que resultó efímera; un boom y después, cuanto más tiempo pasaba con un perfil en la aplicación, más bajaban. "Yo no estoy buscando ganar seguidores, pero es verdad que la aplicación castiga a quienes más tiempo llevamos", reprocha esta muchacha de 17 años. Y es que TikTok también ha sido acusada de eliminar contenidos injustificadamente por incumplir los criterios de comunidad, sin dar una explicación clara de los borrados. Es decir, de perjudicar a usuarios y penalizarlos de manera indiscriminada.

Para Nerea, su paso por TikTok fue una etapa y espera que no tenga repercusión negativa en su futuro. Sin embargo, piensa que a muchas personas lo que publican en el perfil puede influirles, por ejemplo, a la hora de buscar trabajo. "Creo que puede generar problemas a mucha gente. Yo no expreso nada malo, solo expongo mis pensamientos", advierte. Su consumo diario de TikTok se ha reducido y ha cambiado de forma, mucho más pasiva. Antes pasaba varias horas creando contenido y ahora es más frecuente que utilice la aplicación consumiendo vídeos de los tiktokers que están de moda. "Y cada vez menos", reconoce. Pero no ha dejado de usarla.

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