El Gobierno de Canarias ha considerado que el comienzo del curso escolar en las islas ha sido aceptable y se han registrado muy pocas incidencias.

El portavoz del Gobierno, Julio Pérez, ha dicho en rueda de prensa que la consejera de Educación, Manuela de Armas, ha explicado al resto del Ejecutivo que teniendo en cuenta que en Canarias hay unos mil centros y unos 350.000 alumnos, las anomalías en estos primeros cuatro días de clase han sido muy pocas.

No obstante, ha afirmado que el Ejecutivo es comprensible con las preocupaciones de los padres y de los docentes pero ha subrayado que la impresión general es que "huyendo del triunfalismo y de la autocomplacencia", el inicio del curso ha sido satisfactorio.

Ha concretado que estos primeros días han sido para que la comunidad educativa se familiarizara con las nuevas normas de distancia, uso de las mascarillas y lavado de manos.

Ha dicho que solo se ha producido una incidencia en un centro de infantil y alguna complicación en Secundaria relacionadas con la negativa de un docente a ponerse la mascarilla o de un padre a que a su hijo se le hiciera la PCR.

La impresión general, ha reiterado Pérez, es que el interior del centros se han acomodado de forma correcta a las normas de las autoridades sanitarias y educativas.

Además ha dicho que el esfuerzo llevado a cabo por el conjunto de la población con el uso de la mascarilla o manteniendo la distancia física parece que está dando resultados en la bajada del número de positivos diarios por coronavirus.

No obstante ha matizado que a pesar de esa "esperanza" hay que mantener los sacrificios y no se producirán variaciones en los semáforos en cada una de las islas.

Además ha subrayado que se seguirán realizando cribados tanto en Las Palmas de Gran Canaria como en Arrecife.