Mariam Hernández se incorpora al elenco del programa de En Otra Clave, en Televisión Canaria. ¿Qué supone volver a trabajar en el Archipiélago?
Más que volver, es la segunda vez que trabajo en Canarias. Hace unos años estuve rodando la película Del lado del verano (2013), de Antonia San Juan, y no había vuelto a trabajar en la tierra ni con acento canario, que es una de las cosas que más me hacía ilusión y apetecía: jugar en casa, y estar más cerca de la familia, que la tengo en Fuerteventura. Cuando me llamaron y me lo ofrecieron, todo me pareció maravilloso, y fue muy fácil.
Usted conoce el programa, los actores y actrices así como los personajes y situaciones que se producen en cada entrega. ¿Qué aporta a En Otra Clave y qué vio la productora en usted para sumarse al equipo?
Ahí no te puedo contestar. En mi carrera he hecho mucha más comedia que drama y supongo que algo habrán visto para decidir que yo podía formar parte del elenco del programa. Llevábamos tiempo hablando y por distintas circunstancias, entre otras que yo vivo en Madrid, no había sido posible, y es ahora es cuando se han dado todas las condiciones. Lo mío llevaba tiempo gestándose, y como decía, no se habían dado las circunstancias hasta ahora.
La situación sanitaria y las restricciones de aforo han obligado a grabar el programa en el Teatro El Sauzal, en Santa Cruz de Tenerife, sin público. ¿Cómo ha cambiado la pandemia el ritmo habitual del programa?
Yo soy nueva, y para el equipo de En Otra Clave si que ha cambiado mucho. Grabamos en un teatro con muy poco público, diez o doce personas como mucho y distanciadas, para tener una referencia del público, y tener un poco de calor. Ellos son los que notan la diferencia porque están acostumbrados a grabar en teatros donde la gente los recibe con los brazos abiertos, abarrotados de público, pero para mí es la primera vez, y no puedo comparar. De cualquier manera, es un lujo haber grabado los dos primeros programas en el Teatro El Sauzal, volver a subirme a un escenario después de la maternidad, en mi tierra, pero como decía es la primera vez y no puedo comparar.
El programa ha creado su marca y fidelizado a un público que se ha familiarizado con los personajes y sus situaciones. ¿Es necesario ahora más que nunca reivindicar el humor?
Totalmente. Se ha visto que durante el confinamiento y el tiempo que estamos viviendo que el entretenimiento es básico, que la gente lo necesita, y que ha ayudado muchísimo a sobrellevar una época tan difícil como ésta. Y sobre todo el humor y con un programa como éste que lleva 19 años con unas audiencias increíbles. Creo que la gente está deseando que vuelva y reírse, que es lo que el público quiere hoy en día.
“Es incomprensible que los aviones vayan llenos de gente y no puedas estar en un teatro con mascarilla”
La profesión ha visto como se fundía a negro toda la actividad. ¿De qué manera le ha afectado la pandemia?
Me ha afectado mucho porque vas viendo cómo se van cayendo un proyecto tras otro, ves a la gente a tu alrededor que lo está pasando muy mal, sobre todo viendo lo que se avecina. Pero yo soy muy optimista, y aunque son muchos los proyectos que se han caído también se han levantado otros, y se ha comprobado que la gente necesita de la cultura y ha sido de la mejor manera de llevar el confinamiento para la mayoría de las familias. Creo que la cultura se ha revelado como un sector clave pero que también lo está pasando mal, como casi todos hoy en día.
Y la cultura es una actividad segura.
Yo tengo que coger muchos aviones por razones de trabajo y ves que van llenos de gente, y es incomprensible que esto sea legal y que no puedas estar en un teatro con la mascarilla puesta y con todas las medidas de protección por el Covid. Eso es lo incomprensible. Y es lo que se reclama: una cultura segura y acorde con las normas.
Superagente Makey, de Alfonso Sánchez, donde interpreta a la inspectora Bonet, fue la primera película española que se estrenó el pasado 17 de julio, tras el estado de alarma.
La verdad es que trabajar en Superagente Makey fue un lujo, y fue una de las primeras películas que se estrenaron tras el confinamiento. Cuando se estrenó me dio mucha alegría y esperanza porque volvían a abrir los cines. Fue la única película que rodé estando embarazada, y fue muy bonito también.
¿Qué tal fue la experiencia?
Fue difícil porque rodábamos en pleno verano, yo con mi embarazo que no lo había dicho y solo lo sabía la jefa de vestuario y de maquillaje, que las tenía conmigo ayundándome, y fue un poco complicado porque las mujeres embarazadas tenemos una revolución brutal, y fue un reto, muy bonito, y el estreno fue muy emocionante aunque lo viviera en streaming desde Fuerteventura, que fue donde pasé el confinamiento.
¿Cómo le ha cambiado la vida la maternidad?
Tengo claro que la niña no me limita la agenda, pero si es cierto que cualquier madre trabajadora tiene que hacer malabares. Yo soy madre soltera y mi familia está lejos, y ahora con En Otra Clave, que grabamos en Tenerife. Tengo una tía en Tenerife que me echa una mano, y te organizas como puedes para atender a la niña y las tareas lse multiplican por mil. Estoy muy feliz con ella, felizmente agotada.
Salió de Canarias con 18 años en busca de otros horizontes. Se ha significado en series de televisión y en cine, con registros mayormente de comedia. ¿Satisfecha de cómo le ha tratado la vida profesional?
Con 18 años me fui a Inglaterra y con 19 estaba en Madrid. Si hace 20 años me hubieran dicho que iba estar como ahora lo habría firmado. Me siento muy afortunada porque trabajo en lo que más que gusta, una profesión que me apasiona y que puedo vivir de ello. Se que es una carrera de fondo, una veces estás en un lugar y otras en otro, a veces siendo protagonista en series durante años y otras con papeles pequeños, pero es un lujo poder vivir de lo que me gusta, y en estos tiempos que corren me siento muy afortunada.
¿Qué otros proyectos, además de En Otra Clave, tiene en agenda?
Estaré con En Otra Clave y con otros a nivel nacional. En un mes empiezo a grabar una serie para Telecinco, de la que no puedo contar más.
