Más del 10% de pacientes que desarrollan Covid-19 grave, algunos de ellos jóvenes y previamente sanos, tienen anticuerpos “erróneos” que atacan al propio sistema inmunológico y, al menos, otro 3,5% son portadores de mutaciones genéticas que afectan a su respuesta inmunológica. En ambos grupos el resultado es básicamente el mismo: los pacientes presentan un defecto de la inmunidad mediada por los interferones tipo I, un grupo de 17 proteínas cruciales para la protección de nuestras células frente a las infecciones virales.

Esta es una de las principales conclusiones de dos artículos publicados en la prestigiosa revista internacional Science que han contado con la participación de profesionales del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín y de la Unidad de Investigación del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria de Tenerife, adscritos a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.

Estos descubrimientos ayudan a explicar por qué algunos individuos desarrollan una infección por SARS-CoV-2, el virus causante de la Covid-19, mucho más grave que otros de la misma edad (incluyendo, por ejemplo, individuos entre 20 y 30 años previamente sanos que requieren ingreso en Unidades de Cuidados Intensivos). Estos hallazgos también ayudan a comprender por primera vez las bases moleculares que explicarían la razón por lo cual la mortalidad es mayor en hombres que en mujeres.

“Los resultados abren una vía para adaptar tratamientos”, asegura Rodríguez

Estos resultados son los primeros obtenidos por investigadores del consorcio internacional COVID Human Genetic Effort, un proyecto codirigido por Jean Laurent Casanova, de la Universidad Rockefeller de Nueva York e investigador del Instituto Médico Howard Hughes, y Helen Su, del Instituto de Alergia y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., en el que participan alrededor de 50 Centros de Secuenciación.

En estos 50 centros está incluido el Servicio Canario de la Salud, coordinado por Carlos Rodríguez Gallego (responsable del servicio de Inmunología del Negrín), en colaboración con Carlos Flores (Unidad de Investigación del Nuestra Señora de Candelaria e Instituto Tecnológico y de Energías Renovables del Cabildo Insular de Tenerife) y Rebeca Pérez de Diego (Instituto de Investigación Hospital Universitario La Paz). Además, en la recogida de muestras y de datos clínicos han participado cientos de investigadores de numerosos países, entre ellos del Negrín, del Complejo Hospitalario Materno Infantil-Insular de Las Palmas de Gran Canaria, del Centro de Salud de Schamann y del Centro de Salud de Guanarteme, ambos situados en Las Palmas de Gran Canaria.

“Los resultados obtenidos probablemente tendrán repercusiones en el manejo y tratamiento de los pacientes con estas alteraciones, ya que permiten identificar a personas con riesgo de sufrir una infección grave y abren la vía para adaptar los tratamientos a los pacientes en función del defecto genético o molecular detectado, un ejemplo de medicina personalizada y de precisión”, explica Carlos Rodríguez-Gallego, coordinador del Registro Español de Inmunodeficiencias Primarias.

El Insular y los centros de salud de Guanarteme y Schamann también toman muestras

Desde el principio de la pandemia ha sido un enigma el por qué el virus puede causar una infección incluso asintomática en algunos individuos, mientras que en otros causa una infección grave, incluso mortal, en pocos días. Es sabido que la edad, el sexo y la existencia de algunas patologías previas o inmunosupresión, son factores de riesgo para el coronavirus grave. Sin embargo, hay individuos jóvenes, previamente sanos, que desarrollan una infección grave.

Agilización

“El estudio del exoma completo con técnicas de secuenciación masiva ha permitido agilizar enormemente la identificación de las causas genéticas que explican la gravedad de esos pacientes, de ahí que sea cada vez más frecuentemente considerada como un apoyo al diagnóstico en muchos ámbitos médicos”, explica Carlos Flores.

De hecho, “en los últimos años, investigaciones en el campo de las inmunodeficiencias han puesto de manifiesto que la susceptibilidad inusual a ciertas infecciones es debida a mutaciones genéticas que afectan a la respuesta inmunológica”, comentan Rodríguez-Gallego y Pérez de Diego. Algunos estudios previos, llevados a cabo por este profesional, colaborando con investigadores y médicos canarios, han permitido la identificación de algunos de estos errores innatos de la inmunidad en pacientes canarios.

Trece genes

En un primer momento, los investigadores analizaron más de 650 muestras de pacientes hospitalizados con neumonía grave que requirieron ingreso en UCI (el 14% de ellos fallecidos) y se analizaron también muestras de 530 individuos que tuvieron una infección asintomática o leve. En este estudio se analizaron, en ambos grupos, 13 genes que se sabe son críticos para la defensa frente al virus de la gripe y gobiernan la inmunidad mediada por los interferones tipo I. Pronto comenzó a verse que había pacientes graves que tenían variantes raras en estos 13 genes y más del 3% de los pacientes graves tenían mutaciones que afectaban profundamente a alguno de los genes estudiados. Experimentos posteriores mostraron que las células inmunológicas de estos pacientes no producían interferones tipo I en respuesta al SARS-CoV-2. Estudios realizados en la Universidad Rockefeller mostraron, además, que las células humanas portadoras de esas mutaciones eran más vulnerables al virus y morían en mayor cantidad y más rápidamente que las células sin esas mutaciones. Algunos de estos pacientes podrían beneficiarse del tratamiento con interferones tipo I, utilizados en la actualidad en algunas infecciones virales.