Esta mañana comenzó el juicio con Tribunal de Jurado por el asesinato de María Soledad Bobet, la ciudadana que murió quemada en el interior de su vehículo el 16 de enero del 2019 en el Camino Fuente Cañizares, cerca del estadio La Manzanilla, en La Laguna. La sesión de hoy ha consistido en la exposición de argumentos por cada una de las partes. El fiscal, la acusación particular y la acusación popular han coincidido en considerar el suceso como un asesinato con alevosía y ensañamiento. Y la defensa asegura que se trató de un accidente, por lo que reclama la libre absolución para el acusado, Juan Carlos Afonso Barrera.

Además, la abogada defensora solicitó al magistrado presidente del Tribunal que el procesado declare en último lugar, es decir, después de los testigos y peritos. Por lo general, en un juicio de estas características, el acusado presta declaración en la primera jornada. En unos casos, los investigados responden a las preguntas de las diferentes partes; en otras, solo a sus abogados y, en el resto, se acogen a su derecho a no declarar.

El fiscal delegado de Violencia de Género, José Luis Sánchez Jáuregui, reclama para el acusado un total de 28 años de prisión, por los delitos de asesinato, daños materiales y maltrato animal. El representante del Ministerio Público considera que Afonso Barrera iba en el coche de María Soledad, en el asiento del copiloto. Y, en el lugar de los hechos, roció a la víctima con gasolina y le prendió fuego. En el ataque también resultó herido de gravedad el acusado.

El abogado de la acusación particular, es decir, de la familia de Marisol, José Luis Gutiérrez, aseguró que Juan Carlos "se tomó mal" que la mujer hubiera iniciado una nueva relación sentimental en noviembre del 2018. Días antes de que ocurrieran los hechos, el domingo 13 de enero del 2019, Juan Carlos Afonso acudió a la vivienda de María Soledad en Santa Úrsula y le pidió que le cuidara su perro, ya que él tenía que trabajar durante unas jornadas.

Según el letrado de la familia de la víctima, Afonso Barrera no esperó en La Laguna a que Marisol le llevara su can, sino que fue en una guagua de Titsa hasta Santa Úrsula y se personó en la casa de la víctima. Y le pidió a la mujer que, en vez de llevar al animal, lo llevara a él y al perro hasta su domicilio, en Barrio Nuevo.

Gutiérrez recordó que María Soledad Bobet se convirtió en "una antorcha humana", después de que el acusado presuntamente la rociara con gasolina y le prendiera fuego. Aclaró que, mientras su expareja se quemaba, él salió del Dacia Sandero y cerró la puerta, para después huir del lugar.

Aunque Marisol no pudo ni quitarse el cinturón de seguridad, según su abogado, llegó a sacar una pierna del vehículo y movió los brazos. Pero las personas que estaban por el lugar, no pudieron hacer nada por sacarla del automóvil, puesto que "era una antorcha".

También advirtió de que Juan Carlos Afonso no quiso declarar ante la Policía Nacional, ni ante el Juzgado de Instrucción que llevó el asunto ni en el año y medio que lleva ingresado en la prisión Tenerife II.

La abogada de la defensa reconoció que "desconozco lo que ocurrió ese día", pero, ante las acusaciones de asesinato planteadas por el resto de las partes, recordó que "las pruebas de cargo se deben presentar". Además, desde su punto de vista, no existen datos objetivos de que Marisol sufriera un ataque por parte del procesado.

Recordó que Bobet y Afonso "seguían siendo amigos y quedaban para ir a pasear a sus perros en el parque de La Manzanilla". Dichos canes eran de la misma camada.

Para la abogada defensora, el acusado sabía que María Soledad tenía una nueva relación sentimental, pero ni lo supo dos días antes de la muerte violenta de la víctima ni esa noticia fue el detonante del fallecimiento de la mujer.

Negó que el procesado comprara gasolina y rociara a la víctima, "ya que no hay pruebas de cómo se inició el fuego". En su opinión, el fuego comenzó por el choque del vehículo de María Soledad con un poste situado junto al Camino Fuente Cañizares. Es decir, que el fallecimiento de María Soledad fue "por un trágico accidente" que ocurrió de manera fortuita. Esta versión de los hechos choca de manera frontal contra la investigación desarrollada por agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional de la Comisaría de La Laguna, que tomaron muestras en las que hay restos de gasolina en el habitáculo del Dacia Sandero.

En la sesión de ayer, la letrada adelantó que presentará un informe que refuerza su planteamiento y que también declarará el perito que lo realizó. Y explicó que la Constitución respalda a Juan Carlos Afonso en su derecho a no declarar.