Los habitantes de Copenhague son los ciudadanos europeos más satisfechos con su ciudad, según se desprende del estudio impulsado por la Comisión Europea sobre la calidad de vida en las ciudades europeas, en la que los vecinos de las capitales escandinavas son los que mejor valoran su ciudad, mientras que Madrid y Barcelona se sitúan arriba en la encuesta.

El estudio, que mide distintos parámetros sociales y la satisfacción general de la población con su vida en la ciudad, señala a la capital danesa a la cabeza con un 98,2 por ciento de encuestados satisfechos con la ciudad, seguido de otras capitales escandinavas, como Estocolmo 97,6% y Oslo, 97,1%.

El dato de satisfacción de los ciudadanos con sus ciudades también es alto en el caso de otras capitales centroeuropeas, como Berlín 91%, Viena 94,2% o Amsterdam, 94,6%. Mientras que los londinenses valoran positivamente su ciudad en un 92%.

En el caso de las ciudades españolas la satisfacción ciudadana también es alta, en el caso de Madrid un 84,2 por ciento de los encuestados se muestra a gusto con vivir en la capital, mientras que los habitantes de Barcelona muestran una satisfacción del 89,3 por ciento.

Estos datos se sitúan en la línea con la aprobación de otras capitales europeas como París (85,6%), Bruselas (87,6%), y Lisboa (88,4%) y bastante por encima de la calidad de vida que perciben los ciudadanos de Roma (74,8%) y Atenas (64,3%), según muestra la encuesta realizada por el Ejecutivo europeo.

Eso sí, el mejor dato en España lo obtienen ciudades más pequeñas, como es el caso de la ciudad de Málaga con un 93,9 por ciento de encuestados que expresan su buena opinión sobre la ciudad en la que viven. Mientras que en Oviedo un 93,5 mostró su conformidad con la capital asturiana.

En términos generales la encuesta señala que las personas que habitan las urbes del norte de Europa son las que están más satisfechas con su ciudad, aunque la valoración de los habitantes de ciudades del este de Europa ha incrementado mucho en los últimos cinco años.

Quienes viven en grandes capitales valoran de ellas el acceso al transporte público, mientras que los habitantes de ciudades más pequeñas destacan la seguridad. En todo caso, la mayoría de los encuestados piensan que su ciudad un buen lugar para que viva alguien de una minoría étnica o sexual.

Sobre calidad de la administración pública, el estudio señala una creciente desconfianza pues la mitad de los residentes en ciudades europeas consideran que hay corrupción en las mismas. Este dato se dispara en el caso de ciudades con peores índices generales de satisfacción ciudadana.