El Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, a través de su servicio de Esterilización, está potenciando la utilización de alternativas ecológicas con el fin de minimizar el riesgo de infección en los pacientes.

Todo ello, indican los especialistas, atendiendo a que todo el material quirúrgico que se precise para realizar una técnica con el paciente debe estar estéril, es decir, libre de carga microbiana.

Por ello, desde la Central de Esterilización o RUMED (Reprocessing units for medical devices- Unidades de reprocesamiento de dispositivos médicos), encargada de distribuir el material a los diferentes servicios, se trabaja para garantizar el control de calidad minimizando además los riesgos de propagación de las diferentes patologías, según informó el Gobierno canario en nota de prensa.

Para ello, el centro hospitalario comenzó a realizar hace aproximadamente un año un intenso trabajo para retirar el óxido de etileno y potenciar alternativas más seguras como el autoclave y otros sistemas de baja temperatura con menos riesgos.

En su momento, el uso del óxido de etileno (OE, ETO), un gas incoloro con alta capacidad de penetración, fue ampliamente utilizado para la esterilización del material médico quirúrgico termo-sensible por su alta efectividad a la hora de eliminar microorganismos presentes en la superficie de este y que no podían ser procesados en el autoclave. De todos modos, con el paso de los años se han descubierto otras alternativas ecológicas que también presentan óptimos resultados.

Para ello, desde el Hospital Dr. Negrín han llevado a cabo un trabajo de concienciación con los servicios más afectados, con los que han valorado la utilización de material de un solo uso y solicitando fichas de los diferentes materiales a los fabricantes para valorar alternativas, entre otras tareas.

La Central de Esterilización es uno de los departamentos del hospital, que aunque desconocido para la mayoría de la sociedad, representa un "importante papel" en la seguridad del paciente y junto con el servicio de Medicina Preventiva, en la lucha contra la infección.

Finalmente, señalan que a excepción del material que procede de las plantas, que ya viene limpio, todo el se recibe se debe termodesinfectar con lavado manual o mecánico, según corresponda, para después empaquetar en su embalaje apropiado según peso y dimensiones, se esteriliza en el sistema compatible y es almacenado en las condiciones óptimas para mantener la esterilidad del producto hasta que sea necesario su uso.

Todo este proceso se registra con una serie de controles gráficos, químicos y biológicos para poder asegurar que cada fase cumple unos criterios de calidad, repitiendo si fuera necesario alguno de los pasos. En el avance de las diferentes técnicas quirúrgicas se han ido desarrollando aparatajes específicos que, a la hora de desinfectar y esterilizar, han motivado que los procesos de esterilización se hayan tenido que adaptar a estas nuevas tecnologías.