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La ULPGC paga un plus de 36.000 euros anuales a trece profesores jubilados

El Consejo de Gobierno de la Universidad se ha comprometido a realizar una modificación del reglamento para reducir la retribución de los docentes eméritos

Reunión del Consejo de Gobierno de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, celebrado el pasado mes de febrero.

Un plus de 3.000 euros al mes. Esa es la retribución que reciben trece profesores eméritos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) al margen de su pensión, que supera los 2.500 euros. Los miembros del Consejo de Gobierno de la Universidad, con el rector Rafael Robaina a la cabeza, se han comprometido a estudiar la posibilidad de modificar la normativa para reducir el emolumento de estos profesores jubilados y redistribuir el monto restante en otras partidas presupuestarias como la incorporación de nuevos docentes. El vicerrector de Coordinación y Proyectos Institucionales de la ULPGC, José Miguel Doña, reconoce que la cuantía destinada a pagar a los docentes eméritos –468.000 euros al año– les parecía “exagerada”, en relación con la situación económica de la Univeridad y con sus presupuestos. “Tenemos que encontrar un equilibrio adecuado entre la retención de la excelencia y las buenas prácticas universitarias y la incorporación de jóvenes profesores investigadores”, afirma Doña y admite que “lograr ese balance no es sencillo”.

Uno de los componentes del Consejo de Gobierno que defendió la propuesta de reorganizar el presupuesto destinado a los profesores eméritos fue el director del Instituto de Oceanografía y Cambio Global (Iocag) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Alonso Hernández. Quien destacó que la ULPGC es la que abona el plus más elevado del país y citó como ejemplo los casos de la Universidad Complutense, donde reciben 300 euros al mes; la Universidad de Oviedo, 243 euros; la Universidad de La Rioja, 600 euros; o la Universidad de Huelva, en la que les pagan 750 euros mensuales, siempre que asuman docencia e investigación.

La universidad grancanaria es la que abona un emolumento más alto a los eméritos

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Hernández considera que un profesor emérito “es un compañero que quiere colaborar con la universidad, aportando su currículum y sus conocimientos”, por lo que “el gasto tendría que ser cero o mínimo”. En ese sentido, el vicerrector de Coordinación y Proyectos Institucionales afirma que el equipo de Gobierno de la Universidad considera que “cualquier retribución que se dé debe ser digna y asimilable a la de la figura de los profesores a tiempo parcial que hay en la institución”. Cumpliendo estos criterios, Doña estima que el importe debería estar en torno a los 700 mensuales. Además, adelanta que les gustaría delimitar la cuantía máxima del presupuesto que la ULPGC puede destinar a estas retribuciones, con el objetivo de seleccionar a aquellos docentes que tengan una mayor puntuación para ser nombrados eméritos y se les pueda incluir dentro de la plantilla de profesores que prestan sus servicios después de la jubilación.

El Consejo de Gobierno negociará la modificación de estos salarios dentro de 15 días

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En este sentido, Doña afirma que “si el profesor en cuestión es una eminencia que aporta su actividad investigadora, su capacidad para captar proyectos y recursos para la investigación, es una inversión rentable”. El problema está, señala el vicerrector, en que “puede que la ULPGC tenga ahora otras necesidades que no permiten hacer ese tipo de inversiones”.

En los próximos días, se reunirá la Comisión Económica y, por otro lado, la Comisión de Planificación Académica de la ULPGC para debatir sobre cómo gestionar las retribuciones. A continuación, dentro de dos semanas, las propuestas se llevarán al Consejo de Gobierno, donde se evaluará y negociará si se realiza alguna modificación adicional al reglamento y se determinará cuál es la cuantía que se destina a estos salarios.

25 años en la universidad

Además de jubilarse a los 70 años, algunos de los requisitos para ser reconocido como profesor emérito de la ULPGC son haber prestado servicios en la institución durante, al menos, los últimos quince años, y en la universidad pública durante un mínimo de veinticinco años. Asimismo, han de contar con cuatro sexenios evaluados positivamente por la Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora (CNEAI). También se les pide que hayan desempeñado en la ULPGC, al menos durante la mitad de un mandato, algún cargo de carácter unipersonal entre los recogidos en los Estatutos de la Universidad.

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