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Salud

El cambio climático eleva el riesgo de padecer asma, insuficiencia cardiaca o rinitis alérgica

Los médicos de Las Palmas unen fuerzas para reducir la elevada huella de carbono que genera la industria sanitaria

Pedro Cabrera, presidente del Colegio de Médicos de Las Palmas, y Marta León, secretaria general del Colegio.

El cambio climático está alterando el equilibrio de la naturaleza y su impacto en el día a día ya es claramente visible. Sus consecuencias van mucho más allá del aumento de la temperatura global. Los ecosistemas se ven alterados y muchos elementos de los que depende la supervivencia del ser humano están afectados por el que es, probablemente, el mayor reto de la humanidad. Los efectos del cambio climático se pueden palpar también en la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que el aumento global de la temperatura está desplazando mosquitos y otros vectores de infección hacia latitudes exentas de enfermedades como la malaria, el dengue, la enfermedad de Lyme o la meningo–encefalitis de la fiebre del Nilo, una enfermedad hasta ahora casi desconocida en España, pero que ya se ha cobrado algunas vidas en Sevilla. Además, las partículas diésel incrementan el riesgo de padecer patologías respiratorias como el asma y la rinitis alérgica. El impacto por catástrofes ambientales, la calidad del agua y las olas de calor se relacionan con muertes por insuficiencia cardiaca, enfermedades diarreicas como el cólera y el impacto en la salud mental. Asimismo, los incendios explosivos ocasionan enfermedades respiratorias en la población en las zonas cercanas.

Ante estas circunstancias, la Fundación del Colegio de Médicos de Las Palmas ha iniciado la campaña Juega con el cambio climático… y ganarás enfermedades, con el objetivo de divulgar entre los facultativos y la población general la importancia de luchar contra el cambio climático para evitar que sus consecuencias sobre la salud sean irreversibles. “Por ética, los médicos tenemos que implicarnos en esta tarea”, asegura el presidente de la Fundación, Pedro Cabrera. Quien detalla que la iniciativa hará hincapié en concienciar a los médicos, ya que de ellos salen millones de consejos en un solo día que pueden ir orientados, por ejemplo, a fomentar hábitos saludables como caminar más y utilizar menos los coches. “Si todos los médicos de España aportamos recomendaciones de ese tipo, seguro que vamos a tener una impronta en la reducción del cambio climático, porque existe una capilaridad enorme del consejo médico”, subraya Cabrera.

Cada día se tiran miles de blísteres, fabricados con plásticos que son de difícil destrucción

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Otro de los aspectos que los facultativos pueden aconsejar a sus pacientes para reducir la huella de carbono es el consumo de alimento de Km 0. “Si se recurre a los productos de proximidad, además de conseguir que no pierdan parte de su capacidad alimentaria, impedimos que nos los traigan desde la otra punta del mundo y se evita así la contaminación de los cargueros, los plásticos de los embalajes o los procesos de congelación que son muy contaminantes”, manifiesta Cabrera.

Por otra parte, el Colegio de Médicos de Las Palmas también alerta sobre la existencia de medicamentos que son altamente contaminantes. En España cada día se desechan miles de blísteres, fabricados con plásticos que son de difícil destrucción. “Tenemos que fomentar el uso de fármacos que, a igualdad eficiencia, generen menos residuos”, destaca Pedro Cabrera, quien considera que los médicos, como colectivo, “tenemos que ser conscientes de cuánto contribuimos al cambio climático en nuestra labor diaria y cuánto podemos modificarla”.

Medicamentos contaminantes

La industria farmacéutica, afirma Cabrera, no se esfuerza para reducir su huella de carbono. Por esto, “hay que forzar el cambio” y los facultativos tienen que presionar en ese sentido. “Hay que hacerles ver que si una pastilla puede venir en un frasco de cristal, con un tapón de corcho, vamos a recetarla antes que otra que vengan en un blíster”, asevera tajante el presidente del Colegio de Médicos de Las Palmas.

Según revela Cabrera, entre los medicamentos más contaminantes se encuentran los gases anestésicos, que tienen una vida media de más de 100 años, por lo que son hasta más agresivos que el Co2; o los inhaladores presurizados, que contaminan más que lo que puede parecer por el tamaño del fármaco.

Los incendios explosivos generan enfermedades respiratorias en la población

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La medicina como sector productivo, contribuye en gran medida al cambio climático. La huella de carbono de los hospitales y de la industria farmacéutica es muy alta. “Los hospitales dan salud, pero también generan residuos contaminantes y debemos empezar a concienciarles para que disminuyan su huella de carbono”, advierte Cabrera. Quien alerta sobre la necesidad de replantear el consumo de productos sanitarios de un solo uso, ya que gran parte del material de los centros hospitalarios es de plástico y, además, tienen contaminación biológica.

Alternativas ecológicas para minimizar la infección

El Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, a través de su servicio de Esterilización, potencia la utilización de alternativas ecológicas para minimizar el riesgo de infección en los pacientes. Los especialistas recuerdan que todo material quirúrgico que se precise para realizar una técnica con el paciente debe estar estéril, es decir, libre de carga microbiana. Por este motivo, desde la Central de Esterilización o RUMED (por las siglas en inglés de Unidades de reprocesamiento de dispositivos médicos), encargada de distribuir el material a los diferentes servicios, se trabaja para garantizar el control de calidad minimizando, además, los riesgos de propagación de las diferentes patologías. En el marco de este proceso, el centro hospitalario comenzó a realizar un intenso trabajo, hace alrededor de un año, con el objetivo de retirar el óxido de etileno y potenciar alternativas más seguras como el autoclave y otros sistemas de baja temperatura con menos riesgos. Para lograr este objetivo, ha sido necesario llevar a cabo un trabajo de concienciación con los servicios más afectados, valorando la utilización de material de un solo uso y solicitando fichas de los diferentes materiales a los fabricantes para valorar alternativas, entre otras tareas. | LA PROVINCIA / DLP

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