La Covid-19 convivió con la ola de gripe más intensa del último lustro en Canarias. Cuando aún el coronavirus se limitaba a afectar a China, el virus de la gripe se expandió por el Archipiélago mucho más que en las cinco temporadas previas y estuvo presente más tiempo. Sin embargo, la masiva vacunación que se produjo en toda Canarias logró reducir su virulencia, lo que se vio reflejado en el número de hospitalizaciones un 51% con respecto al año anterior.

La temporada de la gripe empezó como de costumbre a finales de diciembre, concretamente a partir del periodo vacacional. En este sentido, la Dirección de Salud Pública, en su informe balance de la temporada 2019/2020, recuerda que en el último lustro tan solo ha sido la del año 2018 la que comenzó mucho antes de lo previsto, a finales de noviembre. En enero, el virus de la gripe se había expandido tanto por las Islas que ya superaba el umbral basal y empezó a convertirse en epidemia. Ocurrió justo después de la festividad de Reyes, alcanzando su pico máximo (de 318,54 casos por 100.000 habitantes) a mediados de febrero. La curva se mantuvo todas las semanas por encima de los datos registrados en la temporada anterior hasta el 14 de marzo cuando, debido a la irrupción de la pandemia, se paralizó bruscamente las notificaciones de casos de gripe.

La expansión virus afectó de manera dispar al Archipiélago, siendo más prevalente entre las islas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife. La isla con una incidencia máxima mayor fue El Hierro que acumuló 474,1 casos por 100.000 habitantes, seguido de La Palma, con 316,9 casos por 100.000 habitantes. Gran Canaria y Tenerife tuvieron unas incidencias similares de 296,3 y 279,3 casos por 100.000 habitantes, respectivamente. Las islas menos afectadas fueron finalmente Fuerteventura (272), La Gomera (260,4) y Lanzarote (149). No obstante, como señala la Dirección de Salud Pública, “en La Palma y El Hierro la curva epidémica tuvo un inicio más tardío y un comportamiento más irregular”. El virus de la gripe se expandió mucho más que otros años y el grupo más afectado fue el de los niños en edad pediátrica.

Así, los más afectados fueron los niños entre 5 y 14 años, siendo lo más común encontrar casos de gripe en niños y niñas de 12 años. La incidencia en este grupo llegó a alcanzar los 719,8 casos por 100.000 habitantes. No muy lejos se sitúo el de 0 a 4 años que alcanzó su pico máximo 3 semanas antes que los menores un poco más mayores. La vacunación permitió, no obstante, que la repercusión del virus en la presión asistencial fuera mucho menor que en épocas anteriores. Sin embargo, Salud Pública considera que aún fue muy baja en los pacientes declarados como casos de gripe como en los casos graves que presentaban al menos un factor de riesgo de complicación, los ingresados en UCI y en los fallecidos.