El servicio de Oftalmología del Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil (Chuimi) ha incorporado un nuevo implante para tratar el glaucoma que evita el avance de la enfermedad en aquellos pacientes que presenten un estadio leve o moderado de la misma. Es la primera vez que un hospital canario realiza esta técnica que, por el momento, tan solo se lleva a cabo en Madrid, Barcelona y Aragón. El procedimiento, mínimamente invasivo, permite reducir la presión intraocular que caracteriza a esta patología -que es la mayor causante mundial de la ceguera irreversible-, facilitando su mayor control.
Denominado iStent inject W, el implante mide apenas 0,36 milímetros. Esto lo convierte en “el dispositivo más pequeño que jamás se ha implantado en el cuerpo humano”, tal y como explicó ayer el jefe del citado servicio, Francisco Cabrera. Fue a finales del pasado mes cuando los especialistas del centro hospitaliario comenzaron a trabajar con el novedoso sistema y, hasta la fecha, han sido cuatro las personas a las que se les ha colocado.
“En las Islas, se estima que unas 60.000 tienen glaucoma y que aproximadamente la mitad no saben que lo padecen porque se trata de una enfermedad silenciosa”, señaló Laura Bernal, una de las oftalmólogas de la Unidad de Glaucoma que dirige Beatriz Estévez y que también integran Maricela Trujillo y Ramón Cobián. También es una patología irreversible y crónica. De ahí que esta nueva técnica ayude a disminuir el deterioro en pacientes diagnosticados en un estadio leve-moderado de glaucoma primario de ángulo abierto, glaucoma pseudoexfoliativo o glaucoma pigmentario.
La intervención se realiza con anestesia local a través de una única incisión
Se trata de una intervención que se realiza con anestesia local, a través de una única incisión corneal de apenas 2,7 milímetros en la que se colocan dos implantes. “No requiere de suturas, por lo que el resultado va a ser más predecible porque no va a depender de la cicatrización de la conjuntiva, tal y como ocurre en las cirugías clásicas”, apunta Trujillo. Esto hace que sea “una cirugía muy agradecida porque al día siguiente la recuperación visual es fantástica y la incorporación laboral es posible, ya no cursa con cuadros inflamatorios”.
Además de ser poco invasiva y de facilitar una rápida recuperación, esta intervención también va a permitir la reducción de la presión intraocular provocada por un desequilibrio entre la producción del humor acuoso -un líquido que fluye por la cámara anterior y la posterior del ojo- y su drenaje natural a través de la malla trabecular. Varios estudios avalan la eficacia del iStent inject W, que fue aprobado en febrero en Europa y en julio por la FDA, y que facilita ese drenaje en los enfermos.
“Este dispositivo está especialmente pensado para aquellos pacientes que no logran un adecuado control de la presión ocular con gotas o que no son buenos cumplidores con el tratamiento, ya que hay que recordar que es una enfermedad que se presenta en mayores de 40 años y tiene una incidencia superior en mayores de 60 con pluripagologías”, apostilló la doctora Maricela Trujillo.
Se estima que en Canarias alrededor de 60.000 personas están afectadas por esta enfermedad
Es por eso que los especialistas recomiendan realizar revisiones periódicas a partir de los 40 “para poder diagnosticar la enfermedad en un momento en el que el daño no es ni siquiera perceptible para el paciente, porque lo que daña el glaucoma no se recupera”, aseveró Cabrera. En el caso de un estadio leve o moderado de la enfermedad, la implantación de este sistema supondrá una reducción o eliminación de fármacos hipotensores, y por lo tanto, un menor número de visitas médicas.
“También se puede usar en glaucomas más avanzados en los que la cirugía clásica no ha sido suficiente, porque es un plus para ayudar al drenaje del humor acuoso”, comentó el jefe del Servicio de Oftalmología del Chuimi que el año pasado realizó casi un centenar del cirugías filtrantes.
