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Canarias innova en el cultivo de espirulina con agua volcánica

La producción de la microalga en galerías subterráneas de Tenerife y pozos de Gran Canaria genera biomasa de gran calidad alimentaria

Canarias innova en el cultivo de espirulina con agua volcánica

Investigadores canarios han logrado innovar en la producción de espirulina, una microalga con alto valor nutritivo y propiedades antioxidantes, utilizando para su cultivo agua de origen volcánico, proveniente de galerías subterráneas de Tenerife y pozos de Gran Canaria. El resultado es una biomasa de gran calidad nutricional generada a partir de un proceso eficiente, sostenible y de bajo coste, con un recurso natural rico en las Islas e infrautilizado.

El proyecto Spiterm, desarrollado por el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), el Banco Español de Algas (BEA) de la Fundación Canaria Parque Científico Tecnológico de la ULPGC, y la Agencia Insular de la Energía de Tenerife (Aiet), ha validado con éxito un sistema de producción sostenible de espirulina a escala planta piloto, aprovechando las sales minerales, gases (CO2) y temperatura del agua geotermal -de baja entalpía, con temperaturas que oscilan entre los 25 y 30 grados-, para potenciar la producción en fotobiorreactores frente a los sistemas convencionales. Con ello se logra abaratar el coste de producción en torno al 25% y obtener una biomasa de elevado valor comercial por su contenido en proteínas, ficobiliproteínas, ácidos grasos poliinsaturados y sustancias antioxidantes.

Desarrollan un proceso eficiente, sostenible y barato, con un recurso infrautilizado

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“La biomasa que se obtiene del cultivo de la espirulina con el agua volcánica, es de una gran calidad alimentaria. Partimos de recursos geotérmicos que en otros lugares como Grecia o Rumanía no se pueden utilizar para el cultivo. Sin embargo en Canarias si, y además utilizamos algas nativas con una calidad de biomasa muy buena, en concreto una majorera que está dando muy buenos resultados”, indicó Antera Martel, codirectora científica del BEA.

Como ejemplo de los buenos resultados, ya hay compañías internacionales interesadas en el proyecto. “Empresas de distribución que compran en África y Asia, han valorado la posibilidad de apostar por Canarias si se creara una industria a partir de la reutilización de las aguas de origen volcánico, ya sea de galerías en Tenerife o de pozos en el sur de Gran Canaria, capaces de producir un alga muy competitiva”.

Uno de los objetivos de Spiterm es proponer a las comunidades de regantes el desarrollo de una especie de planta de cultivo formada por una red de galerías para el uso de esta agua de origen volcánico. “Hemos desarrollado un sistema de cultivo autónomo de trabajo en vertical que se puede implantar en zonas donde no hay muchos espacios. De tal forma que se aproveche la temperatura del agua de la galería para idoneizar el crecimiento del alga y que no perjudiquen las bajas temperaturas de la noche en estas zonas de altura. También se aprovecha el CO2 de la galería, se utiliza en la fotosíntesis de las algas”, apuntó la investigadora del Banco Español de Algas, con sede en Taliarte.

Remoto

En definitiva, el proyecto ha concluido con una propuesta encaminada a aprovechar los recursos naturales y aunarlos en una estructura de cultivo que pueda colocarse en zonas escarpadas, con poco terreno, y unirse a galerías con más extensión. Una propuesta que, además, permite trabajar en remoto, con tecnología que manda información a la sede de los centros de gestión del sistema.

Otro de los puntos fuertes de esta iniciativa es el impacto visual y ecológico de la propuesta en las zonas de galerías o pozos. “Nosotros lo concebimos como una estructura de cultivo similar a una microgranja que quedaría integrada incluso desde el punto de vista paisajístico, y con materiales reutilizables, no de un solo uso”.

Spiterm se ha testado en las galerías de aguas subterráneas de Tenerife, a través de investigadores del ITER y con la colaboración del Instituto Volcanológico de Canarias -Involcan-, que han medido la calidad del agua y de gases en cada galería.

Es aplicable a otras industrias como la farmacéutica y la cosmética, o como biofertilizantes

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Pero también el proyecto se puede trasladar a los pozos de Gran Canaria. “La ventaja del agua de galería es que llega directamente, no hay que bombearla porque está a nivel del espacio de cultivo. Sin embargo, en Gran Canaria hay muchos pozos con agua de origen volcánico que pueden ser usadas para este cultivo, y además con mucha más temperatura, porque están sometidas al calor de la fosa volcánica de la isla. A poca altura ya tienes un buena temperatura y una gran calidad del agua. Lo que ocurre es que al ser pozos hay que bombearla, y eso encarece un poco más el procedimiento, pero todo depende del uso que se le de a esa biomasa”, subrayó Antera Martel.

En este sentido apuntó que además de la producción de espirulina para el campo de la alimentación, se pueden extraer otros productos de interés, con más valor añadido, como son los farmacéuticos, cosmética, colorantes alimentario o para la industria textil... “No sólo trabajamos con la espirulina, sino que intentamos que en la diversidad que hay en estas zonas, en la bocamina de las galerías, ver que crece y si podemos conseguir cepas que tengan otras aplicaciones, como determinados compuestos bioactivos con actividad tumoral, antioxidante...”

En este sentido, también trabajan para la producción de biofertilizantes y bioestimulantes agrícolas con una empresa en Gran Canaria. “El objetivo es que todo se integre dentro del concepto de economía circular, utilizando las aguas, los nutrientes, los gases de la galería, la temperatura para las aguas de cultivo de la espirulina, e incluso llegamos a plantear que el excedente o una parte de la producción del alga se use para generar biofertilizantes, bioestimulantes en esas zonas de cultivo”, concluyó la doctora Antera Martel.

Reconocimiento del Estado


La Agencia Estatal de Investigación, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, ha felicitado al Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), al Banco Español de Algas (BEA) de la Fundación Canaria Parque Científico Tecnológico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y a la Agencia Insular de la Energía de Tenerife (AIET) “por los logros y resultados obtenidos por el proyecto Diseño y desarrollo experimental para la producción de spirulina empleando recursos geotérmicos de baja entalpía (Spiterm), cofinanciado por el Ministerio de Ciencia e Innovación. La entidad estatal ha animado a los miembros de proyecto a presentarse a una nueva convocatoria que está en fase de preparación, para financiar la segunda parte de este tipo de proyectos, que conducirá a la comercialización de esta microalga, rica en nutrientes. “A la Agencia le gustó mucho la iniciativa de la reutilización de las aguas de la galería, porque es un tema de sostenibilidad y aprovechamiento de un recurso que hoy por hoy se tira. Nos animaron a continuar con el proyecto, darle un uso comercial e impulsar una diversificación de la producción agrícola en la zona rural”, apuntó Martel. | M. J. H.

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