Si tienes pensado casarte próximamente, quizás al leer esta noticia prefieras posponer el enlace a una fecha en la que la Covid-19 no sea tendencia: una pareja de Millinocket, una localidad del estado norteamericano de Maine, contrajeron matrimonio el pasado 7 de agosto, pero semanas más tarde fueron conocedores de que su enlace provocó el fallecimiento de 7 personas, y tan solo 1 fue invitado al compromiso.

El coronavirus se extendió, según parece, por uno de los asistentes, ya que al día siguiente tuvo síntomas compatibles con el coronavirus. Se le diagnosticó la Covid-19 una semana más tarde, y ahora se ha concluido, tres meses más tarde, que ese invitado contagió a otras 27 personas que estuvieron ese día con él y a 3 trabajadores del restaurante en el que se celebró el convite.

En total, el brote ha provocado la infección de 177 personas, pero lo sorprendente es que 6 de los 7 fallecidos pertenecen a una residencia de ancianos que se encontraba a casi 200 kilómetros del enlace. Incluso hubo contagios en una prisión a 320 kilómetros. Un ejemplo claro de que las reuniones sociales injustificadas (había 55 invitados, cuando el máximo por entonces en Maine era 50) no debería llevarse a cabo.