Paula y José llevaban muchos embarazos truncados. A principios de año parecía que esta gestación sería la definitiva. Ella estaba embarazada de mellizos. Pero a las 23 semanas se puso de parto. Era 23 de abril, en pleno confinamiento por la pandemia, los bebés debían nacer en agosto. La pequeña Valeria no pudo sobrevivir. Quedaba Hugo. Con sus 600 gramos luchaba e iba creciendo. Los comienzos fueron momentos muy duros aunque ahora, más de seis meses después, lo peor ya ha pasado. Esta pareja coruñesa tiene claro que su hijo ha sobrevivido gracias a la Sanidad pública.