La residencia Hogar Santa Rita de Tenerife había sido denunciada a la Inspección de Trabajo este mismo viernes por no mantener las condiciones de salubridad mínimas contra la Covid-19 tras notificar sus primeros positivos en coronavirus a finales de noviembre. Según la denuncia interpuesta por UGT, muchos trabajadores se habían incorporado a sus puestos aún esperando los resultados de su PCR, no se estaba realizando una limpieza adecuada de los uniformes de todos los trabajadores y tampoco se había suministrado material de protección adecuado al personal que no acudía directamente a zonas de aislamiento. De hecho, como explica la denuncia el resto del personal, pese a estar pendiente del resultado del cribado, “solo dispone de mascarilla quirúrgica”.

La denuncia también informa con preocupación de que se estaban dando “aglomeraciones en vestuarios” y de que, debido a que en el centro solo se lavaba la ropa de enfermería, no se podía garantizar “la trazabilidad” de la higiene de los uniformes del resto de personal. Cabe recordar que en Santa Rita hay más de 400 trabajadores. El sindicato también informaba que “cada día se da una información distinta en relación a la gestión del cuidado de los usuarios, principalmente en cuanto a su ubicación”. Asimismo, insiste “se han dado positivos en trabajadores que estaban hasta hoy [el viernes] realizando tareas en plantas que no son de aislamiento”. Asimismo, se obligó a los trabajadores a volver a sus puestos de trabajo bajo la premisa de que no había gente suficiente para trabajar, a pesar de haber estado en contacto estrecho recurrente. A otros muchos trabajadores se les informaba del positivo en su propio puesto de trabajo, mientras ejecutaban sus tareas con otros compañeros. 

Esta denuncia se interpuso el pasado viernes, cuando los positivos en coronavirus confirmados por la Consejería de Sanidad no pasaban de la treintena y solicitaba realizar un nuevo cribado para conocer la situación epidemiológica real de la residencia. El domingo los positivos ascendieron a 79 y ayer martes, los afectados, ya eran 180. Con estos resultados, el Servicio Canario de la Salud (SCS) decidió intervenir la macroresidencia cuya gestión en estos momentos ha sido asumida por la Gerencia del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria.