Los estudiantes con menos recursos repiten 5,5 veces más que quienes cuentan con una mejor situación económica; también es mayor el abandono de las aulas entre los niños que viven en hogares vulnerables: hasta 7,5 veces superior.

Son algunas de las conclusiones del informe elaborado por el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil "Pobreza infantil y desigualdad educativa en España, que analiza la desigualdad en varios ámbitos educativos, así como las medidas del Gobierno para combatirla, concretadas en los Presupuestos de 2021 y la Lomloe o "ley Celaá".

"La educación es la principal herramienta para salir de la pobreza actuando como pieza clave del 'ascensor social', un ascensor que, sin embargo, no funciona del todo bien en nuestro país", alerta el Alto Comisionado, que destaca que una de sus funciones esenciales es elevar el nivel educativo de la población con independencia del origen socioeconómico de cada persona.

Se transmite la pobreza

En España, casi la mitad de las personas que han crecido en hogares con un nivel básico de estudios no supera ese mismo nivel educativo, generándose una transmisión intergeneracional de la desventaja educativa.

"Un nivel de estudios básico en el hogar conlleva además una alta probabilidad de que los niños y niñas se encuentren en situación de pobreza infantil", advierte el estudio.

Destaca los efectos de la desigualdad en varios ámbitos de la educación: el primer ciclo de educación infantil (0 a 3 años), el abandono educativo, la repetición, la digitalización, el gasto educativo de los hogares y la segregación.

"Existe un claro impacto de la situación socioeconómica del alumnado en sus resultados académicos; los estudiantes y las estudiantes que provienen de hogares con menos recursos repiten 5,5 veces más que aquellos con más recursos", diagnostica este análisis.

En el caso del abandono educativo temprano, los datos son aún peores: los escolares de origen socioeconómico más bajo lo padecen 7,5 veces más que los más aventajados.

Bloqueo de oportunidades

La desigualdad educativa se observa desde el primer ciclo de educación infantil, al que los menores con menos recursos asisten la mitad a esa etapa que aquellos con más.

A lo largo del desarrollo de los menores se extiende hasta ámbitos como la digitalización, donde advierte "de importantes brechas en acceso a internet, equipamiento y uso de estas tecnologías".

"Esa situación se ve agravada por la segregación escolar por cuestiones socioeconómicas que reproduce las desigualdades y vulnera la igualdad de oportunidades", señala.

Para el órgano del Ejecutivo para la lucha contra la pobreza infantil, la "ley Celaá" supone un paso importante en la lucha contra la desigualdad educativa en nuestro país, así como el incremento previsto del 139 % en el proyecto de Presupuestos del Ministerio de Educación y Formación Profesional para 2021.

Respecto a las cuentas propuestas para 2021, destaca las partidas: 201 millones de euros destinados a crear 21.794 nuevas plazas públicas en educación infantil, 654 millones de euros para la formación profesional del sistema educativo, 80 del refuerzo a PROA (apoyo educativo), 150 de Plan Educa en Digital, 827 para crear aulas digitales y la subida de 514 millones en becas y ayudas al estudio.

De la Lomloe, valora medidas destinadas al aumento de la equidad del sistema educativo, como el impulso a la atención individualizada en Primaria, la realización de diagnósticos precoces y el apoyo para evitar la repetición escolar, particularmente en entornos socialmente desfavorecidos.

Recuerda que "la ley impone a las administraciones la obligación de asegurar la equidad entre el alumnado y hace especial atención a la oferta educativa extraescolar y de ocio educativo, así como medidas para reducir la segregación escolar por nivel socioeconómico del alumnado".