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La ULPGC detecta una caída notable en los niveles de pesticidas en la población

El grupo de Toxicología publica los resultados de un estudio sobre la presencia de contaminantes orgánicos persistentes en mayores de sesenta años y con sobrepeso

Octavio Santana (izquierda) y Luis Alberto Henríquez en el laboratorio del grupo de investigación en el IUIBS LP/DLP

Científicos del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias (IUIBS) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria han detectado un descenso significativo en los niveles de pesticidas entre la población canaria. La Unidad de Toxicología de la ULPGC ha analizado, bajo la coordinación de Luis Alberto Henríquez y Octavio Pérez Luzardo, la presencia de contaminantes orgánicos persistentes (POPs) en 170 personas mayores de 60 años y con sobrepeso de las Islas, y los resultados indican una caída en diez años de entre 20 y 30 veces.

“Hablamos de si una persona tenía un nivel de 100 ng/g hace diez años, ahora tendría cinco. Lo que ocurre es que ese cinco todavía es mucho. Además, el descenso no es igual de grande para todos los pesticidas, en el HCB por ejemplo, tuvo una disminución prácticamente de 30 veces de cantidad en diez años. Aunque la tendencia a la baja se esperaba, en nuestra población no se había analizado y los resultados son sorprendentes por la reducción tan espectacular”, indicó Henríquez.

En total se llevó a cabo el análisis de 59 POPs en 175 individuos del estudio Predimed Plus (2014-2016) y se compararon sus niveles con los de 343 individuos de similar edad, analizados entre 2006 y 2009, en el contexto del estudio Predimed. “La novedad de este trabajo es que es una comparativa temporal de como estaba la situación hace diez años y como está ahora, utilizando idéntico tipo de pacientes. Aunque no son los mismos, el diseño es exactamente igual, son pacientes de edad avanzada y con síndrome metabólico”.

El investigador de la ULPGC señaló la importancia de muestrear este grupo de población porque los contaminantes orgánicos persistentes tienden a acumularse en la grasa. “Son bioacumulables, esto hace que cuanto más edad y más peso, más cantidad de tóxicos tendrá. Estamos, por tanto, observando el peor de los escenarios, es decir, gente mayor con síndrome metabólico (sobrepeso), con lo cual los niveles del resto de la población van a estar siempre por debajo porque van a ser o más jóvenes o con menos peso”.

Los compuestos que se detectaron más frecuentemente, estando presentes en más del 95% de los individuos, fueron el DDE, el beta-Hexaclorociclohexao (beta-HCH) y el hexaclorobenceno (HCB), que son “la triada” de contaminantes clásicos que se encuentran en cualquier estudio. “Son tres pesticidas prohibidos desde hace 40 años al ser persistentes, y tienen efectos adversos sobre la salud porque son disruptores endocrinos, cancerígenos... Pero todos los grupos de investigación que trabajamos en esto en el mundo, vemos que la población está expuesta en un altísimo porcentaje”.

En el estudio se observó también que las mujeres tenían mayores concentraciones de pesticidas organoclorados y aquellos individuos que perdieron peso muy rápido -más de 5 kilos/año-, mostraron niveles mayores de contaminantes orgánicos persistentes.

“Pero quizás lo más importante radica en la comparación entre ambas cohortes. En un periodo de 10 años, vimos una disminución de los niveles de POPs de 3.3 a 21.6 veces, siendo muy significativa la bajada para el HCB entre el subgrupo de mujeres, cuya disminución fue de 29 veces”.

Uso y abuso

El dato más negativo del estudio, según apuntó el doctor Henríquez, es que se sigue observando niveles ligeramente superiores a los reportados en otras regiones europeas y españolas, y que un tercio de los individuos tenían más de tres sustancias en niveles altos de concentración (por encima del percentil 75). “Esto obedece al uso y abuso que se hizo de estos pesticidas en la década de los 60 y la poca renovación de tierra que hay en nuestras islas al ser un territorio cerrado, y por eso seguimos reportando niveles altos en comparación con otras regiones, pero lo bueno es que es indiscutible que la disminución es cada vez más acentuada, y que nuestra población está experimentando una caída importante en los niveles de contaminantes orgánicos persistentes, en concreto de pesticidas”.

El especialista en Toxicología del IUIBS indicó que los avances experimentados en este campo obedecen a las políticas de control medioambiental que parten de la Unión Europea y del convenio de Estocolmo, a nivel mundial. “En Canarias deben de haberse aplicado bien puesto que los niveles disminuyen década tras década y eso es muy importante”.

Este es el primer estudio de biomonitorización de determinados contaminantes que se hace en España en la última década. El grupo de Toxicología de la ULPGC también colabora en el análisis que se está llevando a cabo en Barcelona en la población general. “Los resultados que están saliendo son prácticamente iguales que los nuestros. Es una buena noticia la disminución de esos niveles”.

Inmunidad frente al Covid-19

La Unidad de Toxicología de la ULPGC participa en un proyecto sobre la Covid-19, impulsado por la CRUE en colaboración con el Banco Santander a través de la convocatoria Fondo Covid-19. Está dirigido por el catedrático de Salud Pública de la Universidad Autónoma de Barcelona, Miquel Porta, y tiene un presupuesto de 280.000 euros. “Nuestra parte en el proyecto”, señaló el investigador Luis Alberto Henríquez, “es realizar la determinación de compuestos químicos contaminantes que pudieran tener que ver con la regulación de la inmunidad, para establecer potenciales relaciones con la gravedad de la infección. Dado que muchas de estas sustancias son inmunosupresoras, la hipótesis es que la mayor o menor presencia de esas sustancias puede determinar o condicionar, la gravedad de la enfermedad”. | M. J. H.

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