Los nombres de Ramón Sampedro, Ángel Hernández o Luis Montes y las palabras de libertad y ampliación de derechos han resonado este jueves con fuerza en el Pleno del Congreso, donde se ha aprobado la proposición de ley presentada por el PSOE para despenalizar y regular la eutanasia. La norma pasará ahora al Senado, con la previsión de que en torno a marzo se apruebe definitivamente. Cuando eso suceda y entre en vigor, España se convertirá en uno de los pocos países del mundo en el que un equipo médico puede ayudar a morir una persona gravemente enferma a sin miedo a represalias, ya que será una prestación más del Sistema Nacional de Salud.

Como estaba previsto, la ley saldrá adelante con el apoyo de todos los grupos, salvo PP y Vox. Ciudadanos, que en otras leyes se une a la derecha, en este caso se posiciona a "favor de la libertad" y de una ley que "no impone creencias, sino que respeta las creencias de cada uno", según ha defendido su líder, Inés Arrimadas, quien se ha mostrado "emocionada de participar en debate" en torno a una regulación sanitaria que "une a una mayoría de españoles".

Ha sido un debate vibrante y apasionado, con aplausos y abucheos, pese a que sólo el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha escuchado las intervenciones desde la bancada azul. Así, han sido varios los diputados que se han mostrado orgullosos de poder defender la posición de su partido en torno a una ley que para muchos llega tarde, dado que se ha discutido ya 16 veces en las Cortes, como ha recordado Iñaki Ruiz, de Bildu.

Avance social

"Hoy es un día para estar profundamente orgulloso de ser español porque es sinónimo de avance social y libertad", ha manifestado Íñigo Errejón (Más País). "Esto no obliga a nadie, los que no están de acuerdo salen con sus derechos indemnes pero otorgamos derechos a quienes no lo tenían, esto es libertad", ha añadido Pilar Vallugera, de ERC, quien ha destacado que la normativa no se trata de una "ley de muerte, es una ley de vida, que te permite vivir con la confianza de que morirás como tú quieres".

Por el contrario, el popular José Ignacio Echániz ha acusado al Gobierno de aprobar la legislación con "nocturnidad y alevosía", en un "pleno extraordinario convocado con prisas", sin que se haya consultado al Consejo de Estado o al Comité de Bioética al haberse impulsado como una proposición de ley del PSOE y no como una legislación del Ejecutivo. "Se trate a esta cámara sin audiencia pública y sin demanda social alguna" porque es "una ley injusta, inoportuna e inconstitucional", ha añadido.

El PP defiende que no es una necesaria una ley que regule cómo se ha de ayudar a morir a los enfermos que no pueden acabar con su vida por sí mismos, sino unos cuidados paliativos "universales donde la medicina busque alivio al dolor". Por eso han mantenido vivas sus enmiendas, que han sido rechazadas por la mayoría pro eutanasia.

Y Vox ha acusado "a los herederos del terrorismo y los enemigos de España" de aprobar una ley "despiadada e ilegítima", que supone "el mayor ataque a las personas con discapacidad". La ultraderecha ya avanzó la semana pasada su intención de recurrir ante el Tribunal Constitucional la normativa.