“Ayer tuvimos que despedir a dos de nuestros trabajadores, cuyas familias se han quedado sin sueldo”. Son las palabras de Paco Bellido, encargado del restaurante Gulagú, situado en el municipio de La Laguna. Este señala que en la misma situación se encuentran numerosos establecimientos de la hostelería tras las nuevas restricciones establecidas por el Gobierno de Canarias para frenar el aumento constante de contagios en la isla de Tenerife.
Tanto Bellido como el jefe de cocina de este local, Mohamed Bakasse, son conscientes de que se deben tomar medidas, pero “estas nos parecen muy desproporcionadas, pues se castiga al sector de la restauración sin que tengamos la culpa de nada”. “Hemos cumplido con todos los protocolos y no he oído ningún caso relacionado con un restaurante o cafetería. El hecho de que hayan decidido prohibir la actividad interior en el interior de los locales nos ha dejado con las manos atadas. Algunos, como nosotros, estamos intentando escapar con el reparto a domicilio, pues no tenemos espacio en la acera para colocar terraza, pero hemos tenido que despedir a empleados”, cuenta Belllido.
Explica que a otros locales no les ha quedado otro remedio que cerrar. “Y ni se nos escucha ni se nos ayuda. A pesar de las pérdidas que tendremos en estas dos semanas, y las que ya veníamos arrastrando, debemos seguir abonando los gastos de alquiler y las nóminas, entre otros”, manifiesta.
En la misma situación se encuentra el establecimiento lagunero We the North, especializado en café, y que ha tenido que despedir a tres empleados. “Solicitamos al Ayuntamiento espacio para una terraza en una plaza de aparcamiento. Esperamos obtener respuesta pronto”, indica.
