Doria Anatolia Ramos, de 84 años y residente en el lagunero Hospital Nuestra Señora de Los Dolores, una de las residencias de mayores que gestiona el Cabildo de Tenerife. Estos son los datos de la primera persona canaria en recibir la vacuna contra el Covid-19. Fue ayer, en una mañana llena de emociones que abre una pequeña ventana hacia la esperanza.

“Vamos a salir adelante y olvidarnos de este virus de una vez”, aseguró ante los numerosos medios de comunicación que la esperaban en la entrada del centro. Salió ya vacunada poco después de las 14.00 horas, aunque no cruzó el umbral para mantenerse a la debida distancia de seguridad.

Lanzó besos y abrazos a todos los periodistas con gran desparpajo y energía. “Recomiendo a todo el mundo que se vacune; se lo he dicho a todos aquí. Hay que vacunarse, es una tontería, ni se siente. La aguja es muy finita”, explicó. Para el futuro, cuando sea posible salir de la residencia, Ramos tiene un deseo bien sencillo: ir a casa de su hermana para comerse “unas papitas arrugadas”. “Vino no”, precisó con un humor digno de elogio en una circunstancia única: rodeada de cámaras y periodistas y convirtiéndose en el rostro de un día para la historia. El de ayer, reconoció, fue el “mejor regalo de Reyes por adelantado”. Además, Doria dio ejemplo asegurando que no se sentía ni siquiera mareada tras recibir el pinchazo y aplaudió cuando terminaron de vacunarla. “¿Ya está?”, preguntó. “Solo es otra vacuna más”, insistió.

Canarias se enfrenta a un punto de inflexión en la lucha contra la pandemia tras la llegada el sábado por la tarde del primer cargamento de vacunas. Tres helicópteros del GES las distribuyeron por todas las Islas para comenzar a dispensarlas en siete centros de mayores de cada una de ellas.

En La Laguna, Doria Doria Anatolia Ramos fue la primera de un grupo de cerca de 90 residentes. A todos se les administró ayer la primera dosis del medicamento. Dentro de 21 días se les pondrá la segunda parte de la vacuna. Entre los 7 y 8 días posteriores a su administración se podrá considerar que han alcanzado la inmunidad frente al temido virus. Los trabajadores del centro también recibirán este fármaco a lo largo de esta semana. “Que nos hayan escogido como el primer centro en Canarias para empezar con la vacunación es un orgullo. Esperemos que todo vaya bien, es un día muy especial”, reconoció el director de la residencia lagunera, Airam González.

El responsable de la instalación recordó que los protocolos de seguridad sanitaria continuarán pese a haber sido vacunados. “Las medidas van a seguir durante un tiempo largo. Hay que tener precaución y recuperar poco a poco la normalidad”, añadió.

En 42 días

Según explicó el director de Enfermería de la Gerencia Atención Primaria de Tenerife, Ramón Pinto, la primera fase de la vacunación llegará a residencias de mayores y discapacidad de toda la Isla. Esto implica a 4.400 usuarios y 3.700 trabajadores, entre instalaciones públicas y privadas. El objetivo es que todos ellos hayan recibido las dos dosis de la vacuna en un máximo de 42 días. “Es la primera vez que vamos a por el virus y tenemos un arma para ser proactivos, eso marca un antes y un después. No hay que olvidar que hay que mantener las medidas, las mejor vacuna es una buena protección”. A este respecto, Ramón Pinto manifestó que “seguiremos con el lavado de manos, la mascarilla, la distancia y evitando los espacios cerrados”.

La vacuna que se empezó a administrar ayer en todas las Islas es la de Pzifer, que fue aprobada el lunes pasado por la Agencia Europea del Medicamento (AEM). Canarias dispondrá de un total de 169.000 dosis hasta el próximo mes de marzo, según las previsiones de la campaña de inmunización en el Archipiélago.

Junto a las autoridades sanitarias y el operativo de seguridad que acompañó ayer al equipo de seis enfermeros que dispensaron la vacuna en el centro lagunero ,. estuvo también la presidenta del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) del Cabildo, Marián Franquet.

Lidera el departamento insular que gestiona estas instalaciones. “Doria ha estado muy tranquila. Es consciente del momento histórico que acaba de vivir”, celebró ayer Franquet. Según dijo, “este es un momento para la esperanza pero también para lanzar el mensaje: no podemos bajar la guardia”. Una advertencia, porque tal como recordó, “Tenerife tiene unos indicadores malos. Este es el punto de partida que abre una puerta de esperanza para que el año que viene dejemos atrás toda esta pesadilla”.