El Ministerio de Sanidad, para coordinar la lucha contra el coronavirus junto a las comunidades autónomas, estableció en octubre una especie de semáforo para determinar la situación epidemiológica de cada región. Por un lado, fijó varios indicadores: niveles de incidencia acumulada –a siete y 14 días– o porcentaje de ocupación de camas hospitalarias y de UCI por pacientes con Covid-19; y por otro dividió el problema según una escala de riesgos –desde el extremo hasta el bajo–. Fuera de todos esas referencias que revelan un problema epidemiológico sólo hay una casilla: la nueva normalidad, una especie de tierra prometida a la que se acerca Fuerteventura a través de sus números de incidencia acumulada.

Ayer, a las 14.00 horas, los números en Fuerteventura revelaban que la incidencia acumulada a siete días en la isla alcanzaba los 18,82 casos por 100.000 habitantes. El dato, uno de lo más bajos de España, está cerca de los 10 casos por 100.000 habitantes que exige el Ministerio de Sanidad para –en ese indicador concreto– salir del nivel de riesgo bajo y pasar a la nueva normalidad.

El Estado establece que una comunidad pasa a nueva normalidad en la incidencia acumulada a 14 días vista cuando su índice de casos baja de 25. En este marcador, Fuerteventura también registra uno de los datos nacionales más bajos: 39,35.

Los números de Las Palmas, el 22 de diciembre, eran los más bajos en una provincia de España –según el resumen semanal que ofrece el Instituto de Salud Carlos III y que dio a conocer ayer–. Hace siete días, el global de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote tenía una incidencia acumulada a siete días de 19,46, mientras que a 14 días ascendía a 40,97.

Esos datos, desde el último registro recibido por el Instituto de Salud Carlos III, han empeorado: ayer, en Gran Canaria, la incidencia acumulada a siete días alcanzaba los 33,6 casos y a 14 días rozaba los 65 casos; en Lanzarote, a una semana vista el nivel se quedaba en 32,83 y a dos semanas llegaba hasta 45,97 casos.

Con Las Palmas instalada en el indicador de riesgo bajo, la provincia de Santa Cruz de Tenerife registró –según los últimos datos del Instituto de Carlos III, una incidencia acumulada que le situaba dentro de los límites de riesgo alto según la escala del Ministerio de Sanidad: el cómputo de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro, a siete días, era de 76,67 y, a 14 días, de 180,93.

Después de alcanzar su pico más alto de incidencia el 19 de diciembre, Tenerife –según los datos aportados ayer por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias– ha logrado reducir en un 40% el acumulado durante la última semana.

En el acumulado del último registro estatal, entre las provincias que, como Las Palmas, también mostraban una incidencia baja a siete días destacaban Soria (22,56) y Lugo (23,67).