El sector de la hostelería aguarda con angustia la declaración del nivel de alerta 3 de la Isla, que previsiblemente se decretará ante el empeoramiento de la pandemia –ayer había 12.051 casos y una incidencia acumulada a siete días de 98,6 casos por cada 100.000 habitantes y de 159,5 casos a 14 días–. El Gobierno autonómico decidirá hoy si Gran Canaria pasa a semáforo rojo, como Lanzarote y Tenerife, lo que conllevará nuevas restricciones que en el caso de los bares, restaurantes y cafeterías supondrá “la ruina total”, tal y como se lamenta Fermín Sánchez, presidente de la patronal en Las Palmas. De declararse el salto de nivel, los locales no podrán servir a los clientes en el interior sino sólo en terraza, con el máximo de cuatro comensales por mesa que existe actualmente, y deberán cerrar sus puertas al público a las 22.00 horas, nuevo límite del toque de queda.

“No entiendo que cuando en agosto y septiembre estábamos por encima de los 500 casos por cada 100.000 habitantes no se pasara a esa alerta y ahora nos quieran meter ahí, alguien tendría que dar una explicación porque para nosotros supone la ruina total”, asegura el presidente de la Asociación de Empresarios de Bares, Cafeterías y Restaurantes de Las Palmas, que hace referencia a sus compañeros en Tenerife, “donde muchos locales han cerrado definitivamente”, remarca. El problema radica en que gran parte de los restaurantes no pueden aguantar con los comedores o los salones cerrados, mientras que muchos bares no tienen terraza y, al igual que las cafeterías, tampoco reparten comida a domicilio porque la esencia de sus negocios no lo permite.

Fecao lamenta que se culpe al sector del aumento de casos cuando ha seguido las normas

Un 60% de locales cerrados

También para los locales de ocio nocturno, heridos de muerte, esta decisión sería catastrófica, tal y como explica la presidenta de la Federación Canaria de Ocio (Fecao). “Algunos establecimientos abrieron modificando de manera temporal su licencia, actuando como restaurantes o bares de copas para intentar ver un poco la luz al final del túnel”, por lo que las nuevas medidas hundirían a un sector que está sobreviviendo con el cliente local, lo que en zonas eminentemente turísticas resulta prácticamente imposible.

Sánchez se plantea si endurecer las restricciones en Gran Canaria responde más a una decisión política que sanitaria. Además, el presidente de la patronal critica que estos cambios se anuncien y se apliquen con apenas unas horas de diferencia –como ocurrió el jueves con Lanzarote, que pasó del nivel 2 al 3 en menos de siete horas–. “Entiendo que son decisiones que se deben tomar de manera urgente, pero también queda claro que estos políticos no tienen ni idea de lo que supone gestionar un negocio porque hacen los cambios a las puertas del fin de semana, cuando se factura entre el 60% y el 70% de toda la semana”, se queja Sánchez, que pregunta qué harán ahora estos empresarios con los productos perecederos y con los trabajadores, “que no se pueden mandar al ERTE de un día para otro”.

Con este panorama, Sánchez considera que sólo van a resistir los más fuertes. Las facturaciones se encuentran por debajo del 60% en comparación con el año pasado y en diciembre la asociación cuantificó que el 50% de los locales se habían cerrado, sobre todo en las zonas turísticas, un porcentaje que seguramente subirá hasta el 60%. A nivel nacional, la patronal estima que cuando la pandemia termine, el 40% de bares, restaurantes y cafeterías habrán desaparecido.

Los empresarios se quejan de que no se les dé tiempo para reorganizar a sus plantillas

Bárbara Cabrera lamenta que este sector sea uno de los más perjudicados por la crisis actual. “Pasar a nivel 3 sería tremendamente catastrófico y el problema es que siempre pagan las pymes. Se nos está señalando como responsables de la situación actual cuando nosotros como patronal podemos confirmar que no se ha ejercido en ningún momento una mala praxis, muy al contrario, los protocolos se han cumplido a rajatabla”. La presidenta de Fecao recuerda que ya ha habido cientos de empresarios que se han quedado por el camino al cesar sus negocios de manera definitiva y no logra entender que se obligue cerrar el comedor de un restaurante donde hay una treintena de personas, pero se permitan aglomeraciones en centros comerciales con centenares de consumidores que en numerosas ocasiones no respetan las distancias de seguridad.

Tanto Sánchez como Cabrera exigen que se ayude al sector hostelero y de ocio con medidas específicas como la bajada o exoneración de las tasas e impuestos –basura, terrazas, IBI, IAE–, la reducción del IGIC o la concesión de préstamos a fondo perdido, así como la posibilidad de interactuar con los propietarios de los locales para lograr la reducción de los precios de las rentas .

Comedor cerrado y persiana bajada a las 22.00 horas


Sin clientes en el interior, sólo con cuatro comensales por mesa en la terraza y todos fuera del local desde las 22.00 horas. Las restricciones recogidas para la hostelería en el nivel de alerta 3 y publicadas por el Boletín Oficial de Canarias (BOC) dejan poco margen de maniobra a bares, restaurantes y cafeterías. Si Gran Canaria pasa hoy a semáforo rojo, se prohibirá el servicio en las zonas interiores de estos locales, salvo en los ubicados en centros sanitarios, centros de trabajo para el consumo de su personal y los alojamientos turísticos para el uso exclusivo de huéspedes en régimen de alojamiento, como ya ocurre en las islas de Tenerife y Lanzarote. Sí que se permitirá el servicio de recogida de comidas y bebidas en el propio local y el envío a domicilio, también con la limitación horaria marcada por el toque de queda, que en el nivel 3 se adelanta hasta las 22.00 horas -en el nivel 2 se permite llegar a casa a las 23.00 horas-. Permanecerá inalterable que en las terrazas u otros espacios al aire libre dependientes del establecimiento se prohiba la realización de actividades que propicien no mantener la distancia de seguridad interpersonal o no usar mascarillas, tales como bailes, karaokes, etcétera. Esta restricción debe respetarse en todos los niveles de alerta. | A.R.P.