Canarias ha perdido el rastro de los cuatro casos positivos con la variante inglesa del coronavirus detectados en Islandia. Así lo hizo saber la Consejería de Sanidad, que señaló que la búsqueda de estos casos se hace muy complicada dado que se notificaron a nivel internacional, a través de la plataforma de alerta temprana de la UE (EWRS). No obstante, señalaron que van a tratar de conocer la identidad de estas personas para poder hacer un rastreo de los lugares en los que han estado.

Se trataba de turistas procedentes de Canarias que viajaron hasta Islandia, donde realizan pruebas de PCR rutinarias a todas las personas que entran en el país. De hecho, cada turista que llega debe guardar una cuarentena obligatoria de cinco y seis días y someterse a un segundo test al final de la cuarentena. Aparte, Islandia se ha convertido en una potencia en secuenciación genética. Todas las muestras que dan positivo son analizadas por los científicos del laboratorio deCODE Genetics en la capital islandesa, Reikiavik. Al igual que las PCR rutinarias, que comenzaron a realizarse el 19 de agosto del 2020, los test genéticos llevan funcionando desde los últimos diez meses, para dar con ello respuesta a la petición de las autoridades sanitarias del país.

Mientras, el Archipiélago permanece a la espera de los resultados de su propio laboratorio de secuenciación genética que empezó a realizar esta labor el pasado martes con un centenar de muestras. Los resultados debían haber estado en el día de ayer, pero se han demorado aún un día más. Los investigadores responsables del proyecto, dependiente del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) y el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria de Tenerife, solicitaron este proyecto antes del pasado verano. Sin embargo, según la Consejería, “los escollos burocráticos”, no les permitieron comenzar a realizar estos importantes estudios hasta varios meses más tarde.

En España se han hallado un total de 157 casos de la variante, la mayor parte en Andalucía

La importancia del estudio del genoma del virus reside en que tiene un papel fundamental en el control de la epidemia. En este sentido, pueden incluso mejorar la sensibilidad de las PCR. Las pruebas moleculares han sido el mejor método diagnóstico para todo el planeta durante la pandemia. Sin embargo, las mutaciones que está acumulando el virus pueden provocar que falle. Las PCR identifican si el virus está o no en un organismo y, por tanto, obvian la procedencia y las posibles mutaciones del mismo. La secuenciación genética, en este sentido, es la mejor baza con la que cuenta la ciencia en estos momentos para no solo “ver el coche”, sino también “identificar su matrícula”. Es decir, la secuenciación genética será capaz de reconocer las mutaciones y no pasar por alto ningún positivo. En Canarias no obstante, ya ha habido varias muestras “sospechosas” que, en algunos casos, tienen hasta un 90% de posibilidades de tratarse de la variante británica.

En toda España, por el momento, según el último informe del Ministerio de Sanidad publicado el 20 de enero, se han confirmado 157 casos de la variante. La mayoría de ellos (37) se han reportado en Andalucía, seguida de Madrid (28) Baleares (25), Comunidad Valenciana (6), País Vasco (9), Navarra (4), Castilla-La Mancha (13), Castilla y León (7), Asturias (16), Cataluña (1), Murcia (6) y Galicia (6). Además se están investigando otros casos sospechosos cuyas muestras están siendo secuenciadas por el Centro Nacional de Microbiología y los laboratorios designados de las comunidades autónomas.

La mayoría de los casos detectados están relacionados epidemiológicamente con el Reino Unido, pero algunas comunidades han comunicado casos en los que no se ha podido establecer, por el momento, un vínculo epidemiológico. Tal es el caso de Madrid, con 9 casos, la Comunidad Valenciana con 2 y el País Vasco con 3. Además, la variante se ha detectado en aguas residuales de Granada el 17 de diciembre del 2020.