El pasado sábado 23 de enero falleció, después de una larga enfermedad, el que dedicó gran parte de su vida profesional a ejercer como Inspector de Educación de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, Don José Castellano Benítez.

 Compañero que dio su vida por la enseñanza pública, en todos los lugares en los cuales ejerció su vocación docente. 

En 1965 aprueba las oposiciones a Maestro Nacional, con el número 1 de su promoción, y es destinado a la Escuela Nacional de Puerto del Rosario (Fuerteventura). En 1966 imparte clases en las Escuelas de Alfabetización en Vecindario (Santa Lucía de Tirajana). De 1968 a 1970 ejerce en el CN Calvo Sotelo y como maestro en prácticas de Pedagogía Terapeútica. En 1971 marcha a Barcelona para estudiar la Carrera de Psicología en clases nocturnas mientras compatibiliza con la docencia en Educación Especial en Prat de Llobregat, y así durante los cinco años de Licenciatura. Al volver a Las Palmas de Gran Canaria obtiene destino en el hoy denominado CEIP Las Canteras.

A partir de 1978 inicia en Las Palmas por primera vez, junto a una compañera docente, el Servicio de Orientación Escolar y Vocacional (SOEV), recién regulado por una Orden Ministerial en 1977, sustituido hoy en día por los Equipos de Orientación Educativa y Profesional (EOEP) de la Consejería de Educación y Universidades que asisten a todo el alumnado de la Comunidad Autónoma de Canarias. De ahí que su labor profesional estuviera ligada durante años a la Orientación, tanto a nivel educativa (atención individual al alumnado según sus necesidades educativas, ya fueran derivadas de déficit o derivadas por altas capacidades intelectuales). Su sensibilidad con los más débiles del eslabón educativo, su capacidad de escucha y su buen criterio a la hora de dar pautas y orientar, hicieron de Pepe Castellano Nuestro Maestro y el de muchos orientadores psicopedagógicos que nos incorporamos poco a poco a la escuela pública. En la orientación académica y profesional, sentó las bases de lo que sería posteriormente “el consejo orientador” al final de cada tramo educativo. En este campo educativo creó escuela y ha sido un gran referente.

"Cuarenta y un años de docencia, orientación e inspección son casi toda una vida dedicado a la enseñanza pública, ejerciendo como excepcional persona y profesional"

Su otra gran faceta profesional y donde más años ejerció con dedicación plena fue en el Servicio de Inspección Educativa, al cual accedió en el año 1982, atendiendo las zonas que le correspondieron y conociendo así las peculiaridades de todos los centros escolares, lo que llevó a que desde 1990 hasta 2006 ejerciera de Inspector Jefe/Coordinador en la provincia de Las Palmas. En el 2006 se jubila anticipada y voluntariamente. 

Destacar entre otros reconocimientos recibidos la concesión de la Cruz Alfonso X El Sabio, por el Ministerio de Educación y Ciencia el 23 de junio de 2006.

Cuarenta y un años de docencia, orientación e inspección son casi toda una vida dedicado a la enseñanza pública, ejerciendo como excepcional persona y profesional: integrador, afable, cálido en el trato, sereno, entusiasta, afectuoso, inteligente, comedido, emprendedor, motivador, tolerante, convincente, vocacional, prudente, estimado, responsable y valorado por todos los maestros, directores de centros, orientadores e inspectores que trabajamos con él o bien que se beneficiaron de su experiencia y maestría.

En resumen, un excelente docente y compañero de la educación pública, sabio, virtuoso, líder natural, competente, sencillo, empático y sensible. Trabajador incansable y comprometido, un hombre dialogante, humilde, comprensivo, respetuoso y respetado. 

Deseamos manifestar las condolencias y transmitir nuestro apoyo por tan irreparable pérdida a su esposa Dory, a sus hijos Raúl, Iván, Miriam y a sus nietas.

 D.E.P.

*Orientadores educativos