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Violencia de género

El 18% de los jóvenes canarios niegan el maltrato o culpan a las propias víctimas

Un estudio encargado por el Instituto Canario de Igualdad revela que casi la cuarta parte de los consultados reconocen que han maltratado a sus parejas o exparejas

La directora general de Igualdad, Kika Fumero, presentó ayer los resultados del estudio. | | EFE/MIGUEL BARRETO

El 18 por ciento de los hombres jóvenes canarios niega la existencia de la violencia de género e, incluso, culpa a las propias mujeres agredidas de la situación. Estas ideas persisten más de 15 años después de que se aprobara la Ley para frenar dicha lacra social y tras innumerables campañas de sensibilización. Además, un 22 por ciento de esos varones, de entre 18 y 29 años, reconoce que ha ejercido violencia machista. Así se desprende del Diagnóstico sobre las percepciones y actitudes de la juventud canaria ante el citado problema social. Este macroestudio ha sido impulsado por el Instituto Canario de Igualdad (ICI) del Gobierno canario y los resultados fueron presentados ayer por su directora, Kika Fumero.

El análisis, que ha sido desarrollada por Codexca y Likadi, se realizó en todas las islas, a mujeres y varones, a un total de 2.388 personas, de las que 1.179 son mujeres y 1.209, hombres.

En opinión de Fumero, la principal conclusión es que se percibe un avance en la percepción de la violencia machista y de la conciencia de la necesidad de oponerse a la misma. No obstante, para la directora general de Igualdad, esa evolución no se produce por igual, puesto que las mujeres jóvenes son muy conscientes de la vigencia de las desigualdades de género y los ámbitos en los que se manifiestan, mientras que en los hombres se percibe un abanico más amplio de posturas.

Un porcentaje minoritario

El 18 por ciento de los jóvenes consultados son los denominados “negacionistas”; es decir, aquellos que consideran que la violencia de género no existe, se trata de un problema menor e, incluso, que está provocado por las propias mujeres agredidas. Kika Fumero considera que estos constituyen un porcentaje minoritario entre el colectivo consultado.

Después, están los hombres “igualitaristas”, que rechazan los roles tradicionales atribuidos a su género y son capaces de detectar los ataques machistas en acciones que van más allá de las palizas o los insultos. No obstante, el “grueso” de los varones jóvenes preguntados están en medio de las ya mencionadas posturas.

La directora general de Igualdad, Kika Fumero, presentó ayer los resultados del estudio.

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Según Kika Fumero, no se avanza en todos los sentidos. Por ejemplo, gracias al mencionado estudio se constata que ha habido una transformación, puesto que ahora se produce “un reconocimiento generalizado de las desigualdades entre mujeres y hombres; pierden vigencia los mitos del amor romántico y se aprecia un reconocimiento generalizado de la extensión del problema”.

Amor y exclusividad sexual

En cambio, en la citada investigación se percibe que permanecen algunas ideas tradicionales, como el modelo de masculinidad, la centralidad del amor y la exclusividad sexual, así como el “amor para toda la vida”. Para la directora general, los últimos conceptos todavía tienen un alto grado de aceptación entre los hombres.

En cuanto a las llamadas “prácticas de ligue”, se percibe que todavía pervive de forma mayoritaria la idea del acto de dominación por parte de los varones, que la iniciativa deben tomarla ellos por el vínculo de la virilidad; así como que no se tiene por qué respetar el deseo o la voluntad de la mujer.

El “autoconocimiento”

Para Fumero, en las mujeres se percibe aún una carencia en el ámbito del “autoconocimiento”; un proceso que resulta más común entre los varones. A la directora general de Igualdad le preocupa de forma seria que, en estos momentos, un 40 por ciento de las personas consultadas reconozca que recurre a la pornografía como vía de aprendizaje de las prácticas afectivo-sexuales. Y, además de por la experiencia propia, otra parte se informa de tales procesos vitales a través de “amistades”.

Un 70 por ciento de las jóvenes de entre 18 y 29 años ha vivido o ha conocido casos de agresiones machistas, mientras que un 20 por ciento lo ha sufrido de forma directa. Y cuarenta de cada cien piensan que es bastante o muy probable que ellas lleguen a sufrir estos episodios.

La directora de Igualdad cree que los retos inmediatos son “seguir trabajando para consolidar los cambios en el discurso, extenderlos a la población joven, y sobre todo, reforzar o crear las condiciones estructurales para que puedan traspasar la barrera del discurso y permear las prácticas”.

“De la resistencia a la confrontación”


Kika Fumero hizo mención al “mito de la falsa igualdad”, es decir, que las agresiones físicas o psíquicas a las parejas o exparejas se rechazan en teoría pero, una vez que se profundiza en el análisis, se aprecia que esa idea no se aplica a las relaciones reales entre hombres y mujeres, en base a las contradicciones en las que se incurre. Para la directora del ICI, “hay que poner el foco en los hombres y que ellos sean los aliados de la igualdad”. En cuanto a las mujeres, Fumero cree necesario que pasen “de la resistencia a la confrontación”, mediante la creación de redes en las que ellas se conviertan en aliadas y no en rivales. Defiende que en este ámbito se debe “ampliar la cruzada, acompañar en el desarrollo y erotizar en igualdad”. Según la responsable del ICI, “no hay una regresión” en la forma de pensar y actuar de los jóvenes, pues “hemos avanzado muchísimo”. Y un ejemplo de ello es que se haya podido hacer el mencionado diagnóstico. A juicio de Fumero, ahora hay un mayor estudio del problema, conocimiento de los recursos de los que se dispone para afrontarlo y se puede saber de qué manera se debe trabajar a partir de estos momentos. “Estamos en un periodo de transición, pero el discurso de la igualdad no acaba de calar del todo”, señaló. En cualquier caso, Fumero se queda “con el 82 por ciento de los jóvenes varones que no son negacionistas”, o bien “el 22 por ciento” de aquellos que “reconocen” que son maltratadores. “Estamos viviendo progresos, pero aún queda mucho por hacer”, indicó. | P.F.

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