Afianzar el presente y liderar el futuro es el lema de la candidatura a rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria de Rafael Robaina, quien ha ejercido este cargo durante los últimos cuatro años. Afronta su reelección con un equipo reorganizado aunque con pocos cambios, e introduce como novedad dos áreas centradas en la equidad y la sostenibilidad en un programa electoral marcado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. “Nos encontramos con una pandemia y unos fondos de construcción y resiliencia que marcan el camino hacia el trabajo de la Universidad en ámbitos muy concretos: la sostenibilidad, la digitalización, la empleabilidad, la ciencia y la transferencia del conocimiento como única forma de impulsar economías resilientes e igualdad en todos sus aspectos. El programa está cargado de ODS para ayudar a nuestra sociedad a salir adelante en los próximos tiempos”, apuntó ayer tras registrar su candidatura a los comicios que se celebrarán el 25 de febrero.
El catedrático de Fisiología Vegetal defiende un programa “que aparte de haber madurado durante cuatro años, pueda ser mucho más efectivo en el ámbito de encaje y proyección social de la Universidad”. Como novedad crea dos vicerrectorados, el de Igualdad, Diversidad e Inclusión, y el de Digitalización, Sostenibilidad y Estrategia Institucional, al frente de los cuales estarán Ángeles Perera y Gerardo Delgado, respectivamente, las dos caras nuevas de un equipo que se mantiene prácticamente igual.
Combatir la brecha digital y captar alumnado con rentas más bajas, entre sus retos
“Aparece un vicerrectorado que hace énfasis en las inequidades que parecía que no teníamos en la Universidad, había pasado desapercibido brechas tan importantes para un estudiante universitario como era tener acceso digital al Campus Virtual, y nos encontramos que durante el confinamiento teníamos un porcentaje del alumnado que no lo tiene”.
Robaina hizo referencia a un estudio institucional que revela que la renta media de los estudiantes es superior a la renta media social canaria. “Eso no es bueno, esta es una Universidad pública que debe servir a la clase media y baja porque hay otras opciones para las clases más pudientes. Que la renta media en la ULPGC sea más alta significa que estamos sirviendo sólo a un segmento de la sociedad, hay barrios enteros que no tienen o han aportado muy pocos universitarios. Eso me preocupa, la Universidad lo ha detectado y tenemos que combatirlo y por eso se crea el Vicerrectorado para la Igualdad, Diversidad e Inclusión.
Por otra parte, el catedrático señaló que, además de trabajar en la sostenibilidad y digitalización, y contribuir a través del conocimiento y la investigación a que el Gobierno de Canarias cumpla con la Agenda 2030, van a reforzar las políticas de empleo de los titulados y asociar la transferencia de conocimiento al área de empresa. “Mantenemos el vicerrectorado para la Empresa con un matiz importantísimo, y es que tal y como recomienda la Unión Europea, vamos a separar los objetivos de transferencia de conocimiento y asociarlos más a la empresa y a la empleabilidad, que a la investigación”, anunció, al tiempo que recordó el reto de mantener a la ULPGC como referente de calidad. “No se puede olvidar que estamos en los primeros puestos nacionales en calidad universitaria”.
Respecto a la reorganización de vicerrectorados -que se reducen en uno en el cómputo global-, José Miguel Doña asumiría el de Docencia y el Profesorado; María Jesús García ampliaría sus competencias con el Vicerrectorado para la Comunicación, la Proyección Social y la Cultura Universitaria; y los vicerrectorados de Calidad y de Internacionalización y Formación Permanente, se aúnan en el de Programas de Estudio y la Calidad, que liderará Milagros Rico.
Desvincula la transferencia de conocimiento de la investigación y la une a la empresa
En la propuesta mantienen sus áreas José Pablo Suárez al frente del Vicerrectorado para la Investigación, la Ciencia y la Innovación, que para esta nueva etapa incorpora la Ciencia; Antonio Ramos Gordillo en el del Estudiantado y el Deporte; Rosa Batista, en el de Empresa, la Empleabilidad y la Transferencia del Conocimiento; Richard Clouet al frente del Vicerrectorado para la Internacionalización; y Rosa Rodríguez en la Secretaría General.
También repite en su candidatura, Eulalia Gil como gerente, de forma que Rafael Robaina sigue apostando por la figura externa de la Universidad para la Gerencia. “La sociedad nos deposita una cantidad considerable de dinero, los 141 millones de este año y hemos llegado a los 146 millones. Yo creo que debemos tener, no por desconfianza en la comunidad universitaria sino para que la sociedad vea como referente una persona de fuera capacitada técnicamente, que vela por ese dinero. Previsiblemente dentro de la Universidad hay perfiles igual de cualificados que se pueden incorporar a otros niveles, pero la cúpula de gestión de la administración, los servicios y, sobre todo del presupuesto, debe ser externa”.
El candidato a rector defiende un proyecto “ajustado a los tiempos que vivimos”, y asegura que a pesar de la difícil situación actual marcada por la pandemia, “queremos afianzar el presente y mantener la ilusión para liderar el futuro en los próximos años”.
Balance “positivo” en la captación de alumnos
Pese a los datos sobre la pérdida de estudiantes matriculados en la ULPGC en los últimos años aportados por Lluis Serra Majem, el otro candidato a las elecciones a rector, Rafael Robaina asegura que el balance en las matriculaciones es positivo, y recuerda que en 2014 se perdieron todos los quintos cursos de las licenciaturas que se extinguieron con el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). “Nuestros números van oscilando, tuvimos un repunte de matrícula en nuestro segundo año gracias a las políticas de captación, y luego el nuevo ingreso se mantiene bastante estable”. Rafael Robaina reconoce que han sufrido un problema de abandono aunque lo da por “combatido con un plan específico que negociamos con el Gobierno de Canarias”. En términos generales, asegura que han mantenido un nivel estable de matriculaciones, con un repunte del 4% en el curso 2018-2019 y un 43% más de ingreso en las ingenierías. “A partir de ahí los años que han venido han sido muy extraños, pero el balance es muy positivo en cuanto a las políticas que hemos desarrollado de captación y para mantener a los estudiantes haciendo un seguimiento puntual, casi caso a caso, de personas que podían fracasar en nuestro sistema”. | M. J. H.
