Un grupo de intensivistas del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria pone en valor la necesidad de investigar el comportamiento de la infección por SARS-CoV-2 para poder controlar las complicaciones provocadas por la enfermedad y predecir el pronóstico de los pacientes de una forma más efectiva.
El comportamiento de la infección por SARS-CoV-2 es aún, en muchos casos, impredecible. Lo cierto es que desde la irrupción de esta pandemia global se han llevado a cabo numerosas investigaciones para conocer mejor las características de la infección provocada por el nuevo coronavirus. Algunas de ellas se realizan en el Archipiélago.
Un ejemplo lo pone un grupo de especialistas de la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, que decidió estudiar en marzo las variables que intervienen en las complicaciones provocadas por la obstrucción del tubo endotraqueal, con el propósito de predecirlas, y posteriormente, se marcó el reto de analizar los perfiles de los pacientes que ingresaron en el área de críticos en el transcurso de las dos primeras oleadas.
Los intensivistas reivindican la importancia de hallar un fármaco específico
“Es cierto que, con el paso del tiempo, vamos conociendo cada vez más detalles de la enfermedad, pero es fundamental seguir estudiando su desarrollo para poder controlarla de una forma más efectiva y poder predecir con mayor precisión el pronóstico de los pacientes”, valora el doctor Guillermo Pérez, adjunto a la Unidad del citado complejo capitalino y uno de los principales líderes de estos dos estudios.
Tras la llegada de las vacunas, los profesionales reivindican la necesidad de potenciar las investigaciones centradas en hallar un medicamento específico que permita manejar la afección.
