La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Nutricionista clínica

Blanca García-Orea : “El intestino es nuestro segundo cerebro”

Blanca García-Orea. | | LP/DLP

Nutricionista clínica especializada en nutrición digestiva y hormonal y máster en Microbiota Humana, Blanca García-Orea ha publicado ‘Dime qué comes y te diré qué bacterias tienes’, libro donde explica la función que cumplen los microorganismos en el cuerpo humano y cómo cuidarlos a través de la alimentación.

¿Cómo surgió el libro ‘Dime qué comes y te diré qué bacterias tienes’ y qué pretendía con su publicación?

La gente hace dietas que no mantiene en el tiempo porque no entiende que controlar la alimentación sirva para algo más que para adelgazar y pensé que era interesante dar a conocer el porqué tenemos que comer de una determinada manera. El objetivo es que el lector conozca la función del alimento dentro de su cuerpo.

¿Por qué es tan importante la microbiota para nuestra salud y hasta qué punto podemos controlarla con la alimentación?

La microbiota es el conjunto de microorganismos que tenemos en nuestro cuerpo, entre ellos bacterias, virus parásitos y hongos, cuya importancia radica en las funciones que nos ayuda a realizar, como sintetizar vitaminas. Nuestro cuerpo es la casa de estos microorganismos y nosotros somos los encargados de alimentarlos, depende de nosotros que lleven a cabo sus funciones. Si los alimentamos mal, haremos crecer más los considerados potencialmente malos. Estos microorganismos se alimentan de fibras solubles, fundamentalmente, presentes en frutas, verduras, frutos secos, legumbres y en menor parte de carne, pescado, huevos y lácteos. Podemos modificarla siempre, aunque llevemos toda la vida comiendo mal, porque la microbiota es muy adaptable.

¿Puede llegar a evitar enfermedades a las que tenemos predisposición?

Sí, en el libro lo explico. La microbiota ayuda a educar al sistema inmune. El intestino funciona como una barrera que nos ayuda a luchar contra los patógenos, evitando que pasen a la sangre. En él tenemos las vellosidades intestinales que nos permiten absorber nutrientes.

Afirma que el intestino es nuestro segundo cerebro.

El nervio vago conecta el intestino con el cerebro ofreciendo un canal de comunicación constante entre ambos organismos. Si estamos malos de la tripa , esos días estamos de peor humor, porque nos afecta a nivel cognitivo. Si estamos ante un acontecimiento que nos ponga nerviosos, es probable que tengamos diarrea. Además, en el intestino hay neurotransmisores, entre ellos la serotonina, que conocemos como hormona de la felicidad, y la dopamina.

¿Qué opinión le merecen los alimentos y suplementos que se venden como prebióticos y probióticos?

Los suplementos nos pueden ayudar a mantener el equilibrio, pero en el libro no hablo de ellos porque tendría que ver cada caso individualmente y sus circunstancias. Es preferible optar por alimentos fermentados (que son los probióticos), como yogur, kéfir, aceitunas, chocolate negro, encurtidos; y alimentos con fibra (los bióticos).

¿Todos los alimentos procesados son nuestros enemigos tal y como defienden corrientes de alimentación en boga como la que apuesta por consumir solo la llamada ‘real food’ (comida real) y que ofrece apps para distinguir en el supermercado los productos que se pueden comprar de aquellos que no?.

Más que los procesados, los ultraprocesados. Un procesado puede ser un queso normal, un ultraprocesado tiene más de cinco ingredientes. Más que ir con la aplicación al supermercado, es más fácil aplicar la razón y pensar, por ejemplo, qué alimentos comían nuestras abuelas. El queso, fresco curado o semicurado; el yogur, el de toda la vida: natural y entero. Los hay desnatados con vitamina D, lo cual no tiene sentido porque para absorber esa vitamina necesitas la grasa que le han quitado.

Confiesa al final de su libro que si el lector se ha animado a seguir una dieta sin tener en mente el objetivo de adelgazar se da por satisfecha.

Yo me dedico a dietas para pacientes con patologías, que además, si quieren perder peso, le vamos bajando la inflamación, lo cual también ayuda a paliar la enfermedad. Por eso estoy harta de que la gente hable solo de bajar de peso ¿En función de qué? A lo mejor no lo consiguen porque con lo que están haciendo están generando inflamación en sus cuerpos.

Compartir el artículo

stats