Una camarera del restaurante Red Hot Tavern de Nueva York, en el barrio de Brooklyn, ha sido despedida por negarse a ponerse la vacuna del coronavirus. La trabajadora quiere ser madre cuanto antes debido a que ya tuvo que posponer sus planes al inicio de la pandemia y ahora teme que la inyección afecte a su fertilidad y trastoque sus planes de tener hijos a corto plazo. 

"Fui honesta, todavía no lo voy a hacer. Tengo mis reservas al respecto, necesito hablar con un médico, ver cómo me siento. Me dijeron que no había problema", aseguró la mujer de 34 años a la NBC. Y es que en Estados Unidos, los trabajadores de grupos esenciales como los de bares y restaurantes ya pueden recibir la vacuna del covid-19. "Mi esposo y yo acabamos de casarnos y estábamos planeando comenzar a intentar tener hijos en agosto. Ya se pospuso, así que odiaría que pasara algo, me pusieran la vacuna y tengamos que esperar unos años más", explicó.

Además, ha dejado claro que no está en contra de la vacuna, fue despedida el pasado día 15, un día después de San Valentín, jornada en la que trabajó 13 horas. "Hemos implementado esta política para mantener un ambiente de trabajo seguro", aseguraba en la empresa en el correo electrónico en el que justificaba su despido. "En este momento se da por terminado su empleo. Estamos tristes de que se vaya", concluyó. 

Por su parte, el propietario del restaurante, Billy Durney, emitió un comunicado explicando que "pensamos que esta era la oportunidad perfecta para poner en marcha un plan para mantener seguros a nuestro equipo y a los clientes. Nadie se ha enfrentado a estos desafíos antes y tomamos una decisión que pensamos que sería la mejor".